sábado, 20 de febrero de 2016

Procura que viva el espíritu cuando muera la materia

En Sueño Profético hablaban de la vida temporal y de la Vida Eterna. Repetían estas palabras:

Menos llantos a los muertos,
y más caridad a los vivos.

Que los muertos ya están muertos,
y los que amaron a Dios,
no quieren los llantos tuyos.

Te piden una oración
para sanar a los vivos.
Que esta oración puede ser dicha
cuando tú digas: “¡Dios mío,
mándame con tus Palabras
a que yo cure a espíritus
que cuando los vean muertos
yo diga: ¡están contigo!”.

Dijo uno:

El hombre olvida
que el cuerpo irá a la tierra
porque de la tierra vive.

Y el espíritu no muere,
porque Aquí tiene su sitio.

Si el hombre pensara esto,
le daría el llanto
a los vivos que no cumplen
lo que Dios manda.

En el Cielo,
los muertos son los que viven,
y están rogando en el Cielo
para que el hombre olvide
un poco el cuido del cuerpo,
para que piense en un Cielo
antes de su nacimiento.

Ya, de los hombres que vivieron,
nadie se acuerda de ellos.

Igual que a ti te pasará
en el siglo venidero,
que si dejas capital
o algún nombre
para coger el dinero,
tu nombre pronunciarán.

Desperté, oí:

¡Qué fuerza tienen los Vivos
que ahí los tienen por muertos!

El hombre tiene en olvido
que esa vida es un préstamo
que Dios tiene concedido.

Que tú tienes que pensar
que sin aviso ni fecha,
para ti en blanco está.

Pero que Dios ya te tiene
la llamada prepara'.

Si tú pensaras en Dios,
en la muerte de la carne,
y en dentro de medio siglo,
si estás llegando a 40,
¡tú cuidas más el espíritu!

Si has pasado los 50,
eres torpe y no listo
si cuidas más la materia
y abandonas el espíritu.

Esta cuenta no te falla
si pones números claros,
que es el bien que ahí hagas.

A más ceros lleve el número,
más crees en la Vida Eterna.

Procura que viva el espíritu
cuando muera la materia.

Pues la muerte de la carne
no tiene día ni fecha.


***

Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C7

5 comentarios:

  1. Si sólo permanece el espíritu,dedicarle tiempo es ganar la Eternidad.

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  2. Cuánta Paz dejan éstos Mensajes, qué forma tan dulce de recordarnos que pertenecemos al otro Mundo. Qué pena el que quiera apegarse a éste.

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