En Sueño Profético hablaban de saber valorar lo que valor tiene:
“Hay quien pone el valor a lo que nadie quiere”.
Esto repetían dando valor al hombre:
“Hay hombres que al hombre le ponen altura con la palabra “bueno”, de espíritu para afuera, pero no de espíritu que lleva a Dios dentro”.
Dijo uno:
El hombre valora al hombre que cumple leyes de la Tierra. Porque ley se impone y él tiene que cumplirla.
Esto es ser bueno mientras el cuerpo le sirva, bueno pisando Tierra, pero no bueno para Arriba. Aquí no se dice bueno, porque éstos a Dios no le sirven para hacer a hombres buenos.
El bueno tiene que ser que su espíritu esté lleno de Dios. Y de aquí salen las ramas que van cundiendo este Amor.
Esto es un hombre bueno: primero Amor a Dios. Y ya su espíritu manda al cuerpo que rechace lo que no sea de Dios. ¡Esto es un hombre bueno!
Desperté, oí:
Hombre bueno
con espíritu atrofiado para Dios,
no puede ser hombre bueno.
Hombre que le cumple al hombre
y no cumple lo de Dios,
no puede ser hombre bueno.
Debería tener apellido
la palabra “bueno”,
y Aquí ahora se dicta:
“Bueno, pero no para Dios”.
¡Ponte el nombre de bueno,
pero el apellido no!
¡Que este apellido te roba
la Gloria que te da Dios!
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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C2
A más mensajes se leen ,mas se ve la inconmensurable grandeza de estas enseñanzas
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