En Sueño Profético decían:
Cuando el espíritu tiene dolor de sufrimiento, domina mejor el dolor de la carne y le quita fuerza a lo que en lo material le llaman sufrimiento.
Dolor de espíritu es sufrimiento de Amor a Dios y de querer que muchos amen. El dolor de espíritu no es comprendido si tú no amas a Dios y si tú no aceptas el sufrimiento.
El dolor de espíritu es por muy pocos comprendido, porque son muy pocos los que te ofrecen el medicamento de la acción, que puede quitarte el dolor o sembrar la esperanza.
El dolor de espíritu puede haberlo y nadie notarlo.
Dijo uno:
Cuando está enfermo no tiene dolor, tiene reacciones que no son de Dios, y esto sí lo ven todos. Puede tener momentos de quietud por fuera, de inquietud por dentro. Que pronto lo notará el que lleve a Dios por dentro.
El espíritu con dolor y el espíritu enfermo tienen gran diferencia.
Desperté, oí:
Nada de esto sabe el hombre
si tuviera que explicar
para que sirviera de Enseñanza.
Espíritu con dolor es sufrimiento
de querer que todos lleven
sufrir sin protesta, ni culpar a Dios.
Espíritu enfermo,
lejos vive de Dios.
Y se ofrece a seguir
lo que el espíritu del mal le pida.
Unas veces en tristeza,
otras veces en alegría.
Que si la alegría es diabólica,
ésta es pronto conocida.
Porque buscará los sitios
que lo de Dios no se cumpla.
Hablarán dando importancia
a la cinta del sombrero.
Y el sombrero, en abandono,
metido en cuarto trastero.
La materia siempre actúa
como el espíritu manda.
Espíritu con dolor
te va dejando esta Enseñanza,
y por dentro o por fuera
tú dices esta alabanza:
“¡Bendito sea Dios Padre!
¡Bendito sea Dios Hijo!
¡Bendita sea la Madre,
que sufrió mirando al Hijo!”.
Si tu espíritu no es de Dios,
notará ira por dentro
al oír esto Aquí dicho,
luego, dictado ahí.
Mandan en Gloria que se dicte
y que sirva de Enseñanza.
Pues de no quedar escrito,
no se diría Enseñanza.
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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C1
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