En Sueño Profético se oían estas Palabras, con fuerza, para
que no faltaran de la memoria:
Ya está llegando el tiempo de que el que
oiga estas Palabras, diga: ¡Esto es de Dios! O de que no pueda decir que Esto
no es Dios hablando.
Estando oyendo estas Palabras se vio un
camino por el que venían muchos. De pronto se oyó decir:
“El Maestro viene para decir que aunque
no Lo veamos cuando nos da Mando, Él está con nosotros siempre, como está con
Dios Padre”.
De repente se vio una Luz grande, como
cuando sale el Sol. Del Cuerpo del Maestro era de donde salían los Rayos que
producían aquella Luz. Y decía:
—No tengas temor de decir que las Palabras que pronuncias llevan el
Mando que mi Padre dice en Mí. El que esto no lo crea es lo mismo que los que
no creyeron mi Existencia. El no creer lo justificó el clavar mi Cuerpo en la
Cruz. Este Permitir puso al descubierto mi Resurrección con el Poder de mi
Padre. Me vieron con Cuerpo, Vivo, y Vivo estoy con el Mando que Dios Padre Me
da en la Gloria.
Quedó un momento sin oírse Palabras y sin
ver la Presencia de Dios. Pero las Palabras continuó diciéndolas un espíritu
con el Mando de Dios:
“¡Siendo Esto una Enseñanza tan grande y
que el Elegido tenga que ir con miedo cundiéndola por todos los sitios!”.
Desperté, oí:
Cada día Dios da más Poder a este Elegido
para que publique y diga lo que Dios en la Gloria le dice a su espíritu.
Todos los Mensajes son Palabra de Dios.
Pero cuando ves su Imagen y oyes su Voz, ya no sabes cómo contarlo.
Sigue con tu Fe y con tu Fuerza
pidiéndole a Dios que pronto haya más Libros publicados, con prólogos de
Obispos y seglares con grandes carreras.
Dios no necesita lo que se ha nombrado,
si lo comparas con lo que los pastores en Belén a Dios Le hicieron.
Dios manda que haga Libros este Elegido,
que su saber es de párvulos. Pero Dios a su Amor le da inteligencia, mucho
mayor que la que tienen los de grandes carreras.
***
Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6
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