En Sueño Profético decían:
Tu cuerpo recibe fuerza que Dios
te envía. Que sin esta fuerza de Dios, movimiento no tendrías.
Dijo uno:
Se está viendo gran cambio en
todo lo que dictan Aquí en el Cielo. Los que te quieren, piden para que estés
mejor. Y así ha sido, porque está petición la han hecho con Fe. Decían en la
Gloria, que medicamento sin Fe es creer que la curación la hace el hombre. Que
cuando el médico es de Dios, el medicamento puede llevar curación.
Tu pedir, que sea siempre el
mismo: “Señor, sin Ti no quiero nada. Contigo vivo Paz y Gloria, aunque esté en
la Tierra hasta que Tú me llames”.
Desperté, oí:
Las alegrías del Elegido las
disfruta todo aquel que sus pasos siga.
Que aquí se ha visto un cambio
grande de un cuerpo enfermo, que el mal no estaba oculto y todos podían verlo.
El Elegido ya ha hecho su caminar
normal y la enfermedad no pudo triunfar.
Todo el que al Elegido le esté
ayudando y, con alegría, siempre esté a su lado, que piense que a Dios está
contentando.
El que mejor trato le dé, más
demuestra a Dios querer.
Todo el que quiera a Dios, con
gran Amor al Elegido recibirá.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C7
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