En Sueño Profético decían:
¡Qué falta le hace al hombre,
que viva el
Cielo en la Tierra!
¡Qué falta le hace al hombre,
que tenga siempre presente
que la muerte
detrás de su vida lleva!
Que la vida es
perseguida por la muerte.
Pero la muerte no es perseguida,
es Mando que lleva
cuando tú
vives con Dios.
Cuando de Dios te retiras,
el espíritu del mal,
entonces, a la muerte obliga
a que coja tu Libertad,
porque de Dios
te retiras.
Al hombre le hace falta
pararse en su caminar
y mirar un momento hacia Arriba,
donde el mando del hombre no va,
ni está para cuando él quisiera
al Cielo
mandar.
Al hombre le quita fuerza,
en su forma de actuar,
que le hablen de la muerte
repentina en juventud
y en sitio que
no había enfermedad.
Desperté, oí:
No habla el
hombre de la Eternidad del espíritu, ni de la muerte del cuerpo.
Para hablar de
la Eternidad tienes que sentir a Dios por dentro de tu cuerpo.
Hablar de la
muerte del cuerpo, quita risas y da llanto, cuando tú no llevas el camino
recto.
Piensa que la
muerte del cuerpo tiene que llegar por fuerza, y da gracias a Dios, recordando
a los muertos.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C6
No hay comentarios:
Publicar un comentario