En Sueño Profético yo decía:
“Señor, yo que veo fácil todo lo que hay anteriormente escrito, dicho por Ti”.
Desperté, oí:
Porque tú no eres teólogo y sientes la Teología.
Si amas mucho, no vives tranquilo hasta que no ves al Amado.
Si amas poco, olvidas el verlo.
Y si “dices” que Lo amas, tú nunca lo verás.
El Profeta es para enseñar, y para que a través del Mensaje veas a Dios.
Ves a Dios, porque Dios se manifiesta con Palabras que no son del hombre.
Las palabras del hombre se olvidan, las de Dios te remueven a oírlas más.
Dios no quiere que sólo Lo tengas como que es Dios y que es Bueno.
Dios quiere que te sometas a su obediencia y que pienses en el que es malo.
Y cuando pienses que es malo, si tú puedes, lo haces bueno, y ya éste que hizo mal, alabará a Dios con sus ruegos.
Si tú amas a Dios, sufres más por el que conoces que no Lo ama.
El que no ama, vive cuando no le hablan del que ama.
Y el que ama, no vive cuando no sabe del Amado.
Vivir aquí sin Dios, sí –porque al soltar la materia, se está o con Dios o sin Dios–. Pasar ahí sin Él, no.
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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C5
Quien ama ansía a Dios y sufre por quien no ama. La elección la hacemos en esta vida.
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