En Sueño Profético decían:
¡Mes de marzo, de alegría! ¡Mes de marzo, de sufrimientos!
Este mes ya quedará, por siglos, para todos los tiempos, como fecha inmemorable: 20 de marzo de 1954.
El que esta fecha sepa y pudiendo hacer no hizo, vivirá sufrimiento, avergonzado, cuando vea que estas Comunicaciones han llegado donde hace muchos años debían haber estado.
El que Esto supo, pudo hacer y no hizo, cada vez que mire al Cielo, el remordimiento tendrá que avergonzarlo. Y en el momento de su muerte, no se irá de su mente:
“Señor, dar la espalda a tu Llamada, fue el peor de mis pecados. Los pecados que me acuerdo sé que pueden estar borrados, pero el darte la espalda no puede ser perdonado”.
“Vivo agonía vergonzosa. Aunque crean que fui bueno, yo sé que fui malo de cuidado”.
“Por mí culpa hay muchos que pecaron”.
Desperté, oí:
Nombraban el mes de marzo
como antorcha que enciendes
y su luz va en crecimiento.
Nombraban el mes de marzo,
para alegrar a unos;
y a otros, aumentar el sufrimiento.
Muchos que estarán dormidos
tendrán despertar violento.
Y el que despierto vivía,
creyendo que estaba muerto el Mensaje,
día a día pedirá a la Tierra
el momento que lo cubra.
¡Hombres creyendo que Dios
a ellos se cuadraría!
¡Hombres que Dios los premió
cogiendo aquel Lugar,
y a Dios le forman la guerra!
La forman en el lugar de nacer
y en el sitio que a diario
hace arrobo a un espíritu
para que sigan a Él,
que no está muerto, que está Vivo.
Es marzo mes de alegría
y es mes de sufrimiento.
Cada uno que recoja
la siembra que haya hecho.
***
Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C4
La alegría viene de la Comunicación de Dios. El sufrimiento lo pone nuestro desprecio.
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