En Sueño Profético decían:
El que tenga fuerza de Dios su presencia amansa, alborota y es recordada cuando se acuerdan de Dios. Esta fuerza achica el sufrimiento y nunca da la razón a lo que crean bien hecho pero que no es Mando de Dios.
Dijo uno:
Esta fuerza tiene varios grados que Dios manda en sus momentos. Manda fuerza y alborota que, a veces, el alborotar puede acarrear a la Gloria quedando las palabras, en silencio, en la memoria haciéndote tintineo, que es sonido que recuerdas. Si esta fuerza Dios no mandara darían olvido a sus Palabras, diciendo que el espíritu del mal siempre va persiguiendo este Mando que Dios da. Por eso Dios da presencia que jamás puede borrar los oídos que oyen, ni los ojos que ven, y da pensar de conciencia, de reforma a tu mal.
A todos los que Dios les manda con Mensajes de Enseñanza tienen Iluminación de fuerza en sus hechos y en sus palabras que, a veces, son frases suaves pero plomo las respalda, y ya quedan intocables.
Desperté, oí:
Es la fuerza del Mando la que te hace presencia en silencio, en alboroto o en escándalo.
El que no tiene esta fuerza más veces rompe el silencio sin ganancias de escándalo.
Y el alboroto es ganancia para los que van en contra del Mensaje que Dios manda.
Ya el silencio es satánico, porque la soberbia manda sujetar las palabras.
Es la fuerza la que enseña y es la fuerza la que manda donde hay que hablar o donde decir palabras.
Pero Imagen siempre queda donde Dios su Mando manda.
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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V
La Fuerza que Dios manda amansa,y si alborota es para despertar conciencias y conducir a la Gloria.
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