lunes, 18 de abril de 2016

Todo el que ame, hace lo que él va haciendo

En Sueño Profético hablaban del Elegido para enseñar y del que oye al Elegido. Hacían comparaciones para que el hombre pensara, viera y comparara. Eran comparaciones tan justas, que no admitían palabras. Decían:

El que oye al Elegido puede hacer lo que hace el Elegido. El Elegido no puede hacer lo que hace el que lo oye.

El que oye al Elegido puede quitarse de pecar. El Elegido no puede pecar.

El que no ama a Dios puede amarlo si oye al Elegido. El Elegido no puede dejar de amarlo, porque en el Mando ya va Dios.

Si el que oye al Elegido nunca tuvo Caridad, puede Caridad llegarle. Al Elegido nunca puede la Caridad faltarle.

Si tú viste al caído y nunca lo levantaste, si oyes al Elegido puede que ya lo levantes. Pero él nunca hará lo que tú hacías antes.

Desperté, oí:

Hablan en Gloria tan claro,
que el que dice “yo no entiendo”,
está muy lejos de Dios,
aunque a nadie dijo esto.

El Elegido practica
las Leyes que son del Cielo,
y Dios le manda que sean
dichas por el mundo entero.

Todo el que ame,
hace lo que él va haciendo.

Él no puede hacer nada
que enfade a este Cielo.

¡Copia del Elegido
y óyele su consejo!

Tú puedes hacer
lo que él hace.

Pero él jamás hará
cosa que Dios no le mande.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Eneñen - Tomo III - C4

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