domingo, 24 de abril de 2016

El Poder que forma la Gloria

En Sueño Profético hablaban hombres de gran talento que hace siglos vivieron con materia. Éstos ocuparon grandes sitios y fueron por muchos admirados. Aprendieron muchos de ellos y hoy aprenden de aquellos.

Dijo uno:

Esto es pensar que el Mundo es siempre lo mismo: la tierra hay que sembrarla para que la vida viva, las ciencias hay que cuidarlas igual que la medicina y la Enseñanza del espíritu siempre ha de ser la misma, mientras no baje este Dios a la Tierra a cambiar su Doctrina. Pero eso no lo hace Dios por ser Palabras ya dichas, antes de bajar a la Tierra, en esencia y potestad Divina. Que antes de que bajara ya estaban aquí dichas y aceptadas por Dios Hijo. Y la muerte queda, cuando es sin remedio, al Mando que Dios da sin protesta porque cien años tardara o porque veinte tuviera.

Todo ha de seguir igual que cuando esos hombres vivieron e igual que cuando, antes que esos, otros con más talento vivieron, por que hicieron lo primero sin poder coger modelo.

Esto era el Mundo antes, lo mismo: Gloria, pecado y carne. Mundo que va dando vueltas y va cogiendo y dejando las penas, las alegrías, los triunfos, los fracasos. Pero el Mundo es el mismo, aunque el hombre quiera cambiarlo.

Desperté, oí:

Ya te dice este Dictado que pienses en otros hombres que antes que tú fueron sabios.

Que pienses en el vivir del espíritu y de la materia.

Si haces este pensar verás que la muerte llega sin que el adelanto la pueda parar.

Que Dios quite sus Palabras que fueron dichas en la Tierra no te esfuerces en pensarlo y haz las cosas bien hechas.

Que la Gloria tiene guardias y los pecados no entran, aunque los lleve uno de campo o un rey con su corona.

El que no deja que entren es el Poder que forma la Gloria.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

2 comentarios:

  1. Ni el mundo,ni el hombre, ni los tiempos cambian.La Ley de Dios tampoco.

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  2. Son los Mensajes para adorarlos!
    Por más que leas uno tras otro no hay dos iguales ni te cansas de leerlos sea la hora que sea, lo que si que da en pensar leyendo esta Grandeza es la responsabilidad que tenemos de llevarla a los demás y rogar mucho para que sus espíritus no se pierdan.

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