En Sueño Profético decía Teresa de Ávila:
No hay quien empiece a amar a Dios
y después deje de amarlo.
No hay quien a Dios Le pida Amor,
y Dios el Amor le niegue.
Yo puedo hablar por mí,
cómo el Amor se siente.
Empezaré por decir,
que este Amor te viene solo
cuando tú piensas en Aquí,
cuando vives en la Tierra.
Es frecuente el oír:
¡Dios perdona los pecados...!
¡Tú sigue tu vida así...!
Esto, dos me lo dijeron,
y con los dos discutí.
Si yo hice los pecados,
fue antes de amar así,
fue antes de que a Dios yo viera
ese Rostro de sufrir,
que el sufrimiento Le llega
con los pecados de aquí.
Esto, ya que me lo oían,
mucho se oía el decir:
“Teresa, cuenta el empiezo,
que yo te voy a seguir”.
Ya me salían palabras
dichas desde el mismo Cielo.
Ya me venía a mis labios
un Amor que, prisionero,
en mí era Libertad
que soltando iba a los presos.
En un éxtasis oí:
La Cárcel de Aquí del Cielo
te da tanta Libertad,
que preso te metes luego,
cuando puedes elegir:
me voy con vivos o muertos.
Este éxtasis me hacían
que lo contara y explicara.
Desperté, oí:
¡Qué trabajo me costaba explicar
donde no había Amor!
¡Qué trabajo más trabajo
era no enfadar a Dios!
Cuando tenía que hablar
en el sitio que Lo amaban,
juntaba las horas del día
con la noche y la mañana.
¡Teresa, sigue contando
el Amor que no te cansa!
¡Teresa, yo viviría
contigo en la montaña!
Esto le oías decir
a familias emparejadas;
a mujeres, a chiquillos,
a cualquiera que yo hablara
del Amor, que sientes fuego,
que te quema, y más llamas
a todo lo de esta Gloria,
aunque llanto me costara.
Amaba tanto a mi Dios,
que el hombre me maltrataba.
Pero yo sentía la Voz
del Padre que lo mandaba.
TERESA DE ÁVILA
***
Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C6
Un abrazo eterno para mi Amiga Teresa de Jesús que su tierra era Ávila!
ResponderEliminar