En Sueño Profético hablaban de la Paz. Decían:
La Paz es el Grito de Dios.
La Paz te hace que te llenes de Dios.
La Paz te trae Gloria y te lleva a la Gloria.
La Paz no puedes comprarla ni heredarla.
La Paz es Amor y aprender.
Dios Hijo se hizo Hombre, y éstas fueron sus más repetidas Palabras: “Paz para los hombres de buena voluntad”.
Ahí en la Tierra Él llevó la Paz, y el hombre le formó guerra.
Él trajo humildad, y buscó un lugar humilde.
También los padres que tenían que ser padres a la vista del hombre eran humildes.
Donde hay Paz, tiene que haber humildad.
Dios no vive donde no hay Paz, aunque lo llamen.
La Paz retira a los espíritus diabólicos.
Dijo uno:
Yo te aseguro que el espíritu del mal entra donde hay Paz, pero su salida es rápida, y es por todos conocido.
Dios curó a los endemoniados, y también enseñaba a conocerlos.
Conocer la actuación del espíritu del mal, hace que muchos no pequen.
Dios, cuando habla para enseñar, enseña al Lugar a conocer la maldad de los espíritus del mal, que quieren vestirse con el traje de Santidad de esta Gloria.
Despierta, oí:
Si Dios no enseñara a que los conocieran, era fracaso rotundo.
Primer síntoma: Falta de Paz.
Segundo: Hacerse parecer bueno a la vista del hombre.
Tercero: Querer robar la Sabiduría de Dios al que Dios se la da.
El que Dios arroba, nunca puede Luzbel vivir en él.
Esto sería Dios dejar su Casa y darle entrada a él.
Dios rebosa a este Lugar de Paz, para que el que quiera disfrute de este rebose.
Dios te da la Paz y te enseña a que no la pierdas.
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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C5
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