En Sueño Profético decían:
Dios habla para la vida del cuerpo, y manda a la Vida del espíritu.
Dios no habla para los espíritus que ya están con Él.
Dios habla para que los que viven con cuerpo sepan que hay otro sitio, sin suelo, donde viven los espíritus que han tenido cuerpo.
Éste es el Mundo espiritual. Pero este Mundo no es como el material, que están juntos el bien y el mal, la injusticia y la caridad, la violencia y la Paz, el pecado y el recato, el pordiosero y el poderoso que a Dios no sigue y a Dios ofende.
Aquí viene el que ama a Dios. El que cree, si a Dios no ama, tiene otro sitio, donde no puede estar Dios.
Dios destruye el mal cuando tú Lo sigues y Lo llamas. Pero esto mientras vives vida de cuerpo. Una vez que el cuerpo desaparece, queda lo eterno, el espíritu. Este espíritu no puede ir al Infierno y luego ir a la Gloria, que es donde existe Dios en Espíritu y con Cuerpo.
Si los que ya están condenados –porque ellos quisieron. ¡Porque Dios no condena si el hombre no lo pide!– entraran en la Gloria, dejaría la Gloria de ser Gloria, porque Dios ya allí no estaría.
Desperté, oí:
No hace falta pensar mucho,
ni tampoco ser muy listo,
para ver que Dios habla
y se comunica al espíritu
para recordar que Dios no tiene cambio.
Que el bien y el mal
no pueden estar juntos
cuando materia
ahí dejaste enterrada.
Que la Gloria es Amor,
huir del mal y pedir Perdón.
Todo esto
tienes que quererlo tú,
sin obligarte Dios.
Por eso, Aquí, el silencio
está prohibido por Dios.
Si Esto es para Enseñanza,
tiene que ser publicar
y cundir como Dios manda.
Aunque el hombre no obedezca,
el Instrumento no calla.
Porque la Fuerza de Dios
ya subleva las Palabras.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. Capítulo 4
Dios habla para que el pecado no nos engañe, para que no olvidemos que la Libertad no evitará el Juicio, para que tengamos felicidad eterna.
ResponderEliminarNosotros tampoco debemos callar esta Enseñanza.
Amen
ResponderEliminar