En Sueño Profético decían:
La Fe te siembra Esperanza, y la Esperanza te hace pensar en Dios.
Dijo uno:
Yo oí estas frases un día en el campo a un campesino, y por estas frases me vine a la Gloria, por ser el Dueño de la Gloria, Dios:
“Si Aquí mandaran los hombres, ya no estaría Dios, y se convertiría en Infierno”.
Estas frases también se las oí yo al campesino:
“Dios existe porque su Nombre no se borra de la mente del hombre, del que Lo ama y del que no Lo quiere, del que nació entre los bueyes y del que nació en el palacio”.
“¡Si pensando sólo esto, ya te sobra que te hablen y que te den buen consejo para que creas en Dios!”.
“Yo siempre tengo mi Fe conmigo. Si me faltara mi Fe, no viviría mi Esperanza. Que la siembra de mi Fe y mi Esperanza es Dios, su Gloria, su Mando, su Cielo. Que aquí en la Tierra, ya con mi Fe, la practico. Siembro con alegría y Esperanza en Dios de mi buena cosecha, y siempre me viene buena. Si la cosecha es mala, cumple el tiempo su Mando de sequía o de tormentas”.
Hablaba este campesino, al que algo le preguntaba de Dios, de la Naturaleza, del vivir él tan contento. Y al oír estas preguntas, dejaba el trabajo y se acercaba hasta ti, primero que todo, ofreciéndose en algo que te pudiera servir. Luego se miraba él y te miraba a ti, te pedía hasta perdón por el recibirte así. Te alargaba la mano con temor, por su dureza de piel, cuando la tuya ya iba. Éste era hombre de Amor a Dios, de Fe, de Esperanza en hacer vivir.
Desperté, oí:
Yo me fui al campo aquel día
porque me sentía apenado,
la Fe la tenía perdida
y Esperanza no sentía.
¿Cómo iba a amar a Dios,
si en su Gloria no creía!
El campesino me hizo
recordar toda mi vida,
como yo la había vivido,
y como él la vivía.
Cuando ya me fui alejando,
más oía sus palabras:
“Si la cosecha es mala,
cumple el tiempo su Mando
de sequía o de tormentas”.
¡Qué Fe y que aceptación
tenía este hombre
a lo que venía del Cielo!
Fue lo que me hizo pedir Perdón
y arrepentimiento
por la vida que viví.
Algo conté al campesino,
y su consuelo sentí.
Si la Gloria no es de Dios,
hoy no me veo yo Aquí.
Es Amor, Fe y Esperanza
lo que mantiene el vivir.
Si faltan estas tres cosas,
no vives ni ahí ni Aquí.
El Amor de Dios contagia
y te cambia tu vivir.
***
Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C4
Vivir con Fe y Esperanza es dar testimonio de que existe una Realidad Superior que comienza a vivirse en la tierra; es ponerse en manos de Dios sabiendo que de su Mano recibiremos todo.
ResponderEliminarEste campesino era espíritu de Dios con fragancia de Gloria.
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