En Sueño Profético decían:
Tú manda cuando sea este Mando. Y según amen, será recibido el Mando. Pues el Mando que tú mandas, antes, a ti, te dieron el Mando.
Estos Mensajes sean leídos con reposo, y oídos con preferencia a todo lo material que Aquí no entra, cuando sean personas que conozcan esta Grandeza Divina. Cuando no la conozcan, tienes que utilizar otra Enseñanza que ya de Aquí baja a tu espíritu.
Dijo uno:
La Tierra, siendo Dios el Dueño, siempre va en contra de Dios.
De la Tierra, si no te despegas, no comprendes lo de Dios.
La Tierra, para apartarte de lo que es para el espíritu, te hará que de vanidad te llenes, ofreciéndote los títulos y medallas que da el hombre para que vivas pensando: “La Tierra es lo que vale. Lo del espíritu es oculto y para nada te vale después de los sacrificios”.
Desperté, oí:
Esta Enseñanza no es obligada.
Pero tampoco es ya,
a estas alturas,
ofrecerla con súplicas.
Si la Tierra te exige,
es para apartarte del Cielo.
Si tu Amor a Dios es grande,
tú a la Tierra no mimas
y le das desprecio.
Porque en la Gloria se queda
la medida de tu tiempo.
Y cuando el tiempo se cumpla,
la Tierra te dará desprecio.
Y lo que luego te amarra,
no te defenderá luego.
Coge el látigo para la Tierra
y haz lo que hace el cochero:
“Ir aprisa, o pararse
donde lo pare su dueño”.
¡Es lástima que la Tierra
haga del hombre un muñeco!
¡Y siempre sea manejado
para apartarlo del Cielo!
***
Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Capítulo 8
Bendito sea Dios. Amen
ResponderEliminarDios creo la tierra para servicio del hombre,y no al reves. Todo lo terreno sea para dar Gloria a Dios,no para caer en su engaño.
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