En Sueño Profético hablaban de estos Libros. Hablaban normal, como cuando se tienen en las manos y hablas de ellos. Señalaban puntos de temas, y decían:
Esto es escándalo, y por fuerza ponen silencio al querer desvalorizarlo.
Estos Libros se verán en todas las mesas donde enseñen de la vida sin cuerpo, de la Eternidad.
Estos Libros los conocerán los niños, y los besarán los ancianos como premio a la Enseñanza que les dieron.
La segunda edad preguntará a académicos. Esto, el que no ame o el Amor de Dios lo hay ensuciado. El que ame o quiera amar, ve lluvia del Cielo en Palabras, abundancia de cosecha porque grande fue la siembra, y mejor recolección hace Dios que haya.
Estos Libros, sus temas son Sagrados, dictados en Gloria cuando ya el espíritu vuelve al traje de la carne.
Dijo uno:
Tiene el hombre que retroceder, buscando lo que tanto ha dejado Dios que desprecie, con la gran diferencia, que habiendo sido los primeros, quedarán los últimos, y los últimos cogerán el sitio de los primeros.
Aquí verán cosas opuestas, sin llegar a veces a comprenderlas. Pero Dios enseña con Amor y por Amor, no como el hombre, que median intereses y cumplidos, a veces con grandes cambios de ganancias o pérdidas, pero los intereses los va llevando a un fondo de miserias.
En estos Libros, por su inmensa abundancia de aclaraciones de los porqués de Dios, que Dios contesta al hombre, ya sobra lo humano, si enseñan estos Dictados Divinos que tanta falta le hacen al hombre.
Desperté, oí:
No es el Instrumento
el que mueve al mundo
con estos Escritos.
Es el que manda dictarlos,
que es Dios Padre y Dios Hijo.
Es el Dueño de la Tierra,
donde el hombre se cree dueño.
Es el que manda Palabras,
que su nombre es Evangelio.
Es el que tiene la vida trazada
con breve o largo tiempo.
El Dueño de todo esto
es el que quiere que vaya
por el mundo este “Diciendo”.
Y el Instrumento será
“Faro de Luz” de este mundo Eterno,
pero sin cuerpo.
¡Cuánto tienen que llorar los primeros,
que le dejaron el sitio
a los que después vinieron!
Este Arrobo ha llenado
de Libros el Universo.
***
Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - Pág. capitulo 1
En la parábola del banquete, los llamados a la mesa rechazaron la invitación y fueron otros los que ocuparon su puesto. Del mismo modo, los que estando cerca despreciaron estos Mensajes, verán a otros ocupar su puesto porque desde la distancia ansiaban la Comunicación de Dios.
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