En Sueño Profético decían:
Sufre tanto el que recibe el Mensaje, porque el que tenía que oírlo no lo oye, y el que lo oye, no llega a creerlo como es.
Si la moneda la ves y no la coges, es porque crees que es falsa.
¿Quién puede creer en Dios, y que digan “allí habla”, y continúe andando sin palabras y dando la espalda? Si creyendo, es la muerte la que ya te va diciendo: “tienes que estar preparado para el día que el Creador me dé el Mando de que dejes tu materia”.
Esto sería creer sólo. Ya, si hay Amor, latigazos que te dieran, los superaría el Amor, por tener estos Escritos que están dictados sin voz, de horas antes, que Dios en su Gloria los habló. Unas veces oyes decir: “Yo bajé a la Tierra y mi Padre dijo en Mí”. Y otras veces habla su Mando en espíritus de su Gloria.
Si quieres comprender, pronto ves que Esto no es de ahí, de la Tierra. Pues si no es de la Tierra, es de Aquí, del Cielo.
Ahora piensa en el sufrir que tendrá el Instrumento cuando vea esta Grandeza y el hombre dando desprecio.
Desperté, oí:
Te hace pensar el empiezo del Mensaje, que Aquí lo repiten a la materia:
“Sufre tanto el que recibe el Mensaje, porque el que tenía que oírlo no lo oye”, y el que lo oye no llega a creerlo como es”.
Esto pone silencio, y te llega el pensar:
“El día que llegue la muerte, qué disculpa voy a dar”.
***
Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2
Aun no somos conscientes de que Dios Vive.
ResponderEliminar