En Sueño Profético decían:
No puedes querer a nadie
sin cumplir la Ley de Dios,
como no sea querer
de pecado a pecador.
Y eso ya no es querer,
es vivir en contra de Dios.
Desafío que Le haces,
siendo Él el Dueño
de tu espíritu y tu carne.
Dijo uno:
Si tu querer no es de pecado
y a Dios no cumples sus Leyes,
piensa: “Aún no he llegado
a querer como Dios quiere”.
Porque Dios quiere que quieras
yendo delante su Mando,
y antes de que digas ¡Dios mío!,
Él ya te está contestando.
Pero ¿cómo contestar
si tu querer no ha llegado
hasta el último final,
aunque tú digas: “Lo quiero
y no puedo querer más”?
El querer a lo que quieres,
no hay duda que acerca a Dios,
para decirle: “¡Dios mío!,
cuídalo antes que a mí,
y que yo vea que quiere
tus Mandamientos cumplir”.
Pues querer y a Dios tener,
será normal tu pedir.
Por eso dicen en Gloria
que querer ahí sin hacer
lo que Dios tiene mandado,
no puedes luego decir:
“Yo, Señor,
siempre cumplí tu Mando aquí,
para que esto que quiero
Tú me lo cuides desde ahí”.
Desperté, oí:
¡Cómo te dicen espíritus
que ahí tuvieron materia,
que si crees que mucho quieres,
aún no has llegado al final!
Si la Palabra de Dios
no la practicas y enseñas,
te notarás un vacío,
desconfianza y pobreza.
Y cuando quieras llamar
a este Dios desde la Tierra
para aquello que tú quieres,
no te saldrán las palabras.
Y su llegar no lo entiendes.
Cúmplele a Dios sus Palabras
y di que quieres al que quieres.
Porque sus Palabras son
dar la vida donde hay muerte.
Cumplir Palabras de Dios,
es de Dios, no del hombre.
***
Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - C5
El querer procede de Dios y a Dios desea, por ser el Único que puede cuidar, proteger y dar la Vida al ser querido.
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