domingo, 15 de noviembre de 2015

Aprende para enseñar

En Sueño Profético decían:

¡Cómo puede comprender el hombre que Dios enseñe en la Gloria para que ahí, en la Tierra, no enseñen lo que de Aquí se lleva con Mando para que oculto no quede, si esta Enseñanza es la primera que debe aprender el hombre!

Dijo uno:

Con los años que hace que, a diario, de Aquí salen temas de Enseñanza para el espíritu y hoy el hombre aún está sin conocer las primeras letras. Aún preguntan “bueno cuéntame cómo es eso”, pero preguntan con palabras frías y con gesto de desprecio sin saber nada de esta arrolladora Enseñanza. Arrolladora de lo que ahí tanto aprecian, del estudio material. Que Aquí lo comparamos con chimenea que edificas antes de sacar cimientos y luego empiezas la casa. Cuentos de grandes y chicos, que el grande le cuenta al niño y los grandes, ellos solos, se hacen sus edificios, que la mayoría se derrumban.

Estas son las enseñanzas que al hombre tienen engañado.

Desperté, oí:

Para saber de esta Gloria tienes que leer los Escritos del que Dios manda y arroba.

Pero tienes que empezar, como todo, por su empiezo si es que quieres enseñar.

El Amor es diferente, porque poco tienes que estudiar.

Pero si a tu grande Amor le pones este enseñar, cuántos quedarán salvados.

Ya es tiempo de que supiera el Mundo este Contacto, de este Cielo a la Tierra.

¿De quién aprenderán los hombres lo que dura y lo que queda?

¿De quién aprenderán a hacer el edificio sacándole primero los cimientos y después poniendo la chimenea?

Si no sabes del espíritu quemas tu tiempo y te condenas.

Aprende para enseñar de esta Vida, que es Eterna.

¡Qué pena da el pensar que el hombre prefiera la Tierra antes que esta Eternidad!

Esa enseñanza sin Ésta son puntos y letras que borras.

Aprende a saber de la Gloria para quitar de pecar, que no hay servicio mayor que salvar a los demás.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

1 comentario:

  1. La mayor carencia del ser humano es la falta de enseñanza del espíritu, aunque la Enseñanza es abundante y constante.

    ResponderEliminar