En Sueño Profético referían un hecho ocurrido en Vida de Dios Hombre.
Dijo Felipe:
Viniendo un día de regreso con el Maestro, al pasar por una hacienda, salieron unos y dijeron:
– ¿Va Matías? Queremos con él hablar.
Siguió el Maestro sin detenerse y a Santiago que iba con Él emparejado le dijo:
–Esos buscan a Matías, para que Matías les hable de Mí. Ahí se reúnen incrédulos, y el dueño de la finca ya me conoce a Mí.
Se acercó Matías y Le dijo:
–Maestro, es que ahí se reúnen unos parientes míos y quieren hacerme unas preguntas.
Le dijo el Maestro:
–Matías, tú no sabes contestar a lo que te pregunten, porque esas preguntas son para Mí, y mi Padre dará en Mí las repuestas. Si las preguntas son con Amor, deben venir en mi busca. Nadie dará el agua mejor que la que viene del Cielo.
Quedó Matías comprendiendo al Maestro, pero con cara de disgusto por no haberlo comprendido antes y así no haber insinuado el entrar.
Desperté, oí:
Dios quiso, que si a Él lo amaban, a Él lo buscaran.
Dios sabía, lo que no sabía Matías.
Ellos quería saber, pero no a Dios ver.
Y Dios, que todo lo sabía, ya el que lo amara, en busca de Él vendría.
Incrédulos se juntaron, y los tibios los agasajaron. Si todos tienen Amor, no llaman a Matías, buscan y siguen a Dios.
Ellos querían a Matías, para preguntarle de Dios, para preguntarle preguntas que sólo responde Dios.
Si de Dios quieres saber, hazle la pregunta a Él.
No hagas lo del incrédulo, que al verlo, se metió dentro.
Si éstos lo llegan a amar, detrás del Maestro van, y le preguntan a Él, preguntas para más saber cómo más a Él querer.
Dios quiere que las preguntas, el seguir y el conocer, sean a Él.
***
Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C1
No es lo mismo buscar por curiosidad que buscar por amor. Quien ama no se esconde de la fuente del Amor.
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