miércoles, 4 de noviembre de 2015

Vivid siempre mi Presencia

En Sueño Profético decían:

Muchas veces dijo Dios y ahora dice:

El que no vive mi Enseñanza, va en contra de lo que mi Padre enseña en Mí, y ya está despreciando su Reino”.

Dijo este espíritu que hoy hablaba con el Mando del Creador:

Una mañana, antes de que el sol le diera calor al cuerpo –que el frío tenía a brazos y piernas como pegados al tronco que movimiento les daba, pero parecíamos piedra, del frío que nos rodeaba–, estas Palabras fueron las primeras que dijo el Maestro, de Enseñanza –aunque antes de llegar al sitio era todo Enseñanza–. Enseñaban sus movimientos y enseñaban sus Palabras. Enseñaba a reñir, pero no faltaba Amor al empezar a reñir. Y ya terminaba con estas Palabras que Aquí repito:

Si Yo os riño y Yo no hago lo que he reñido, y no tengo quien me riña por ser Dios, justo es que siga mi Enseñanza”.
 
Y ya, una vez todos esperando su Enseñanza, dijo:

El que mi Mando lo tome sin Mando y lo cumpla con Amor, ése es el que no irá en mi contra. Al que le falte Amor, será cieno queriendo ensuciar nieve, pero la nieve le podrá al cieno, porque mi Padre irá subiendo montaña, y el cieno nunca subirá a la montaña. Mañana, aunque estemos en otro sitio, seguirá la misma Enseñanza, aunque sea otra lumbre y algo varíe la falda de la montaña”. Y mirando a todo el grupo, ya terminó: “Vivid siempre mi Presencia, aunque no esté mi Cuerpo”.

Desperté, oí:

Vivid siempre mi Presencia, aunque no veáis mi Cuerpo”.

Esto sería preciso
que lo gritaran los pueblos.

Si estas Palabras vivieran,
no podría existir Infierno.

Porque el Infierno lo llenan
los que no cumplen Palabras
que se nombran Evangelio.

Que Evangelio Dios mandó
lo mismo en Tierra que en Cielo.

Evangelio es Palabra Aquí dicha,
ahí sin arreglo.

Cuando la dijo en la Tierra,
ya fue dicha Aquí en el Cielo.

Y en los Tres ya fue aceptada,
aunque Uno era el Dueño.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C1

1 comentario:

  1. La Presencia de Dios se vive en la Oración y en el Prójimo.

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