En Sueño Profético decían:
El hombre que ama a Dios, está siempre nombrando a Dios. Lo nombra y Lo ve en todos sus actos: Lo ve en la Justicia; Lo ve, en la injusticia, como se aparta este Dios; Lo ve cuando le han pedido algo que no debe conceder. Pero el que no ama, Lo nombra sin decir Dios, Lo nombra al decir Naturaleza, Lo nombra al decir: “calienta el Sol”, Lo nombra al decir: “tarda la lluvia”; Lo nombra al faltar respiración, Lo nombra al decir: “el año es bueno”, y este “bueno” va para Dios.
¿Ves como no hay quien pase sin decir la Palabra “Dios”?
Dijo uno:
Esto me trae a que empiece a contar un cuentecillo, que mi padre lo hizo cuento, pero que rindió provecho:
Decía que vivía al lado de uno que cuando le nombraban a Dios, éste salía de escandalera. Pues mi padre se propuso que a Dios nombrara, y empezó primero por decirle:
–Mira, ¿quién crees tú que te hace crecer el trigo?
Y contestó:
–El sol, el agua y el aire.
–¿Y a quién crees tú dueño de todo esto?, porque todo lo que viene sin el hombre controlarlo, tiene que venir de un sitio, y es porque lo manda alguien. Pues si no le dices Dios, llámale poder del aire; poder que manda al Sol; poder que a la lluvia hace caer donde el hombre no quiere, por no poder controlarlo; poder que el año sea bueno.
Pues nos contaba mi padre que le dijo:
–Esto ha sido un cuento, pero que viene de alguien. Yo me aprenderé este cuento, diciendo que a Dios Lo llamen, porque yo he sentido a Dios cuando nombraste el aire, cuando nombraste el Sol. Y en la lluvia quise hablarte, pero me faltó la voz.
Desperté, oí:
¡Cómo hizo que creyera,
diciendo: “no digas Dios”!
¡Cómo hizo que cundiera
lo que su lengua notó!
Éste, nunca dio con nadie
de grande Amor a Dios.
El vecino amaba tanto,
que busco nombre “pa” Dios.
Él intentaba acercarlo
al Poder, que era Dios.
Luego, cuando ya amara,
le saldría el Nombre de Dios.
En el aire, “pa” nombrarlo
con las letras del Amor,
que Dios en todo te sale,
porque en todo está Dios.
Un cuento puede bastar
para hacer que a Dios Lo llames.
El Amor te hará decir
lo que en los libros no hay.
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