En Sueño Profético decían:
El comportamiento y la constancia hacen la fuerza para que el hombre piense que Esto es de Aquí, no de la Tierra.
Tienes que ser sembrador de la semilla que echas, que es la Palabra de Dios.
El sembrador le da el cuido al grano que echó, que es lo que tú tienes que hacer si quieres ser sembrador de la Palabra de Dios: no callar y mirar al Cielo como hace el sembrador.
El sembrador pide agua o descanso para la lluvia. Tú pides iluminación y fuerzas para callar a los enemigos de Dios. Pero unas fuerzas con Paz, aunque la Palabra lleve altura al resonar que Esto es verdad.
Ya, aquí, tienes que poner lo que más haga callar.
Desperté, oí:
Primero es presentar los arrobos como los mandan dictar.
Dando luego ya los nombres de los que estuvieron en el lugar del sitio que él ocupa.
Porque murieron o por la edad a la que el hombre ya se retira.
Luego está el vivir del Lugar que estos Mensajes recibe.
Y el responder del Prójimo, que siempre será de gigante sufrimiento lo que te encuentres.
El Lugar deja el bálsamo del contacto del Cielo.
Que de este bálsamo huye el sufrimiento, dejando el dolor dormido y claridad en el sufrimiento.
Si esto no te hace creer, reza por ti el primero, de rodillas y con la mirada en el Cielo.
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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C4
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