En Sueño Profético decían:
Tu caminar no sea triste ni decaigas. Tú vas presentando lo que no es tuyo, y por no ser tuyo es para Dios el desprecio o las alabanzas.
Todo es no creer que la muerte la llevan cerca, y que el mismo Dios está en el Cielo y en la Tierra. En la Tierra les deja la Libertad, y en el Cielo ya no entran, porque el Cielo ensuciarían con lo sucio de la Tierra.
¡Es pena que a Dios se olvide por las cosas de la Tierra!
Si estos arrobos no fueran verdad, no tendrían esta fuerza, de caminar hasta llegar a la Cabeza de la Iglesia. Tú siempre tienes tu llegada, en Escritos y en Palabras de Dios: Presencia Viva que no puede el hombre ocultarla. Tu reacción siempre es el sentir que Dios te manda.
Desperté, oí:
¡Cuánto daño hace el hombre
por no creer en Dios Vivo!
Tú sigue tu caminar,
porque Dios está contigo
y Él, el Mando te dará.
Llévate justificantes que digan:
“Yo estuve en Roma,
pero el hombre hace murallas
y con indiferencia responde”.
Hoy te llevas la respuesta
de cómo Roma responde.
¡Qué Bueno eres Señor!,
cantan en Gloria
los ángeles y los santos.
Que con un sí de tu Gloria,
quedaría el mundo acabado.
¡Qué Bueno eres Señor!,
que permites
que aún Te sigan clavando.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C4
Que bueno es Dios!
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