En Sueño Profético hablaban las Ciencias Divinas, la sabiduría perfecta, grande y dicha en pocas letras. Se veía Esto escrito a tamaño grande de letras, hechas a mano. De momento era para la Enseñanza aquellas letras.
Nombraban la letra inglesa, la redondilla, el adverbio que todo dice en dos palabras, los guiones, los paréntesis, la separación de palabras, la forma de entenderse el hombre y, cada día, se entiende menos, la forma de querer vivir buscando el no vivir bien.
Dijo uno:
El hombre quiere que su maquinaria marche sin Dios porque él se ha hecho importante, sabio, culto y pecador. Pero no pecador que peca porque el pecado a él acechaba, ni por el adelanto ni por la cultura, es porque se avergüenza de Dios.
Si el hombre pensara esto ponía letreros en las calles diciendo: “No se enseñará nada hasta saber lo que Dios enseña en su Gloria”. Para que el hombre sea mejor con él mismo primero que rompa las cadenas que la carne le tiene al espíritu. Si empiezas haciendo esto entonces serás hombre culto, pero ¿qué cultura es dejar atrás el espíritu y querer vivir sin Dios? Esto es querer cultura satánica, sin Dios.
Hasta que el hombre no empiece a civilizar al hombre no vivirá Paz, no será culto porque si tienes cultura sin Paz ya te sobran los títulos.
Desperté, oí:
¿Qué cultura puede tener aquél que tenga avaricia por los libros, las carreras y por aprender para tener importancia?
Y no ser hombre sin saber el porvenir de la vida que le espera.
Sin haberse preocupado de la principal carrera, de la que la universidad no te cambiará una letra, no admitirá razones a tu grande inteligencia.
Y Aquí todos te verán analfabeto de Tierra que a Dios negó su amistad.
El que ama a Dios y sigue y cree que no sabe nada, éste no es analfabeto porque Aquí dan Enseñanza con letra y saber Divino, sirviendo a todo el habla.
Sin que tengas que decir inglesa, ni redondilla.
El hombre está tejiendo de día y de noche aprisa un Mundo, quitando a Dios porque lo exige la cultura.
Y no sabe que sin Dios será, el hombre, basura.
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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V
La verdadera pobreza es la que busca cultura, felicidad y paz en la basura humana, cuando Dios da el ciento por uno a todo el que Le tiende su mano.
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