Estos son los frutos por los que se conocen a los Suyos. El valor de las cosas tienen valor cuando llevan el certificado del tiempo y la constancia, pues desde que empezó el Club (y mucho antes)hasta el final de sus días estuvo dedicada al prójimo, como dice el periodista: horas en vela rogando por los demás, corazón que sufre por el sufrimiento de los demás, así era Anita. Que Dios la colme de Gloria por tantos y tantos a los que consoló y acercó a Dios y que hoy viven la Gloria de Dios por ella.
Si grande fue las necesidades materiales que socorrió a lo largo de su vida, muchísimas más fueron las espirituales, porque para eso Dios la eligió, para curar al espíritu que estaba enfermo por los espíritus malos.
Me emociona leer la hemeroteca porque recuerdo tantas veces que ella iba a las tiendas donde recogía la peseta y también le daban ropa y juguetes, que luego repartía a los niños de las zonas deprimidas de Córdoba y de los pueblos de Córdoba, era para ver cómo se quedaban esos niños cuando la veían.
Ya soy mayor y no quiero que se pierdan esas vivencias con el Profeta..., por eso doy gracias a Dios por este blog donde tenemos la oportunidad de poder contar esas cosas que vivimos con Ella.
Estos son los frutos por los que se conocen a los Suyos. El valor de las cosas tienen valor cuando llevan el certificado del tiempo y la constancia, pues desde que empezó el Club (y mucho antes)hasta el final de sus días estuvo dedicada al prójimo, como dice el periodista: horas en vela rogando por los demás, corazón que sufre por el sufrimiento de los demás, así era Anita.
ResponderEliminarQue Dios la colme de Gloria por tantos y tantos a los que consoló y acercó a Dios y que hoy viven la Gloria de Dios por ella.
Da que pensar porqué esta mujer no ha sido valorada en nuestro país, donde estamos tan faltos de personas que nos den categoría.
ResponderEliminarAlvaro, cómo la van a valorar si para eso tienen que valorar primero a Dios y ya vemos cómo se valora.
ResponderEliminarSi grande fue las necesidades materiales que socorrió a lo largo de su vida, muchísimas más fueron las espirituales, porque para eso Dios la eligió, para curar al espíritu que estaba enfermo por los espíritus malos.
ResponderEliminarMe emociona leer la hemeroteca porque recuerdo tantas veces que ella iba a las tiendas donde recogía la peseta y también le daban ropa y juguetes, que luego repartía a los niños de las zonas deprimidas de Córdoba y de los pueblos de Córdoba, era para ver cómo se quedaban esos niños cuando la veían.
ResponderEliminarYa soy mayor y no quiero que se pierdan esas vivencias con el Profeta..., por eso doy gracias a Dios por este blog donde tenemos la oportunidad de poder contar esas cosas que vivimos con Ella.