En Sueño Profético decían:
Le extraña más que Dios hable, al que no cumple los Mandamientos y los Evangelios no los cree como son.
Si cumple y cree, verá al mismo Dios que habló, hablando; verá sus mismas Palabras, y verá al mismo Dios, en el Amor, en la Caridad y en el Perdón; en su Enseñanza, cuando iba por el campo o cuando iba a la ciudad, con el que no Lo obedecía, o con el que Lo iba a buscar.
Que si los ojos los cierras, de rodillas te pondrás, por conocer este sitio, que hoy no hay otro igual, donde de noche haya ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75), y de día, Escrito hay que dejar para Enseñanza de toda la Humanidad. Que no trae nada nuevo, que es Amor de Dios recordando al hombre que el hombre muere, pero que esta muerte no llega al Espíritu; que el Espíritu continúa con vida, y que se encuentra con Gloria, que es Dios, o con deudas que nadie puede pagar, como no sea él, que así lo quiso cuando vivió con materia.
Las Palabras del Padre en el Hijo, verás que son las mismas. Y los Hechos de Jesús, también ves que salen dictados del Cielo.
Si son los mismos y no puedes decir, “de aquí los ha copiado”, ¿no te da miedo, el dudar que Dios hoy esté hablando?
Desperté, oí:
El que quiera, ve que aquí está el Mando de Dios.
Lo ve en los Escritos y en tanta contemplación que gasta el Elegido.
Si esto no fuera de Dios, corte ya hubiera tenido.
Porque no merece el hombre, después de tantos siglos, que otra vez suplique Dios, ofreciéndole su Reino.
Recordando que al Espíritu, cuando le llegue Mando, tiene que dejar al cuerpo.
Que sólo hay dos sitios: Gloria, Presencia de Dios.
Y ausencia de Dios por una Eternidad, porque el hombre lo ha querido. Y jamás podrá pasar, de donde él ha elegido, a la Gloria Celestial.
Se va a repetir el empiezo del Mensaje, que abre y cierra estas Palabras de Dios:
Le extraña más que Dios hable, al que no cumple los Mandamientos y los Evangelios no los cree como son.
Si cumple y cree, verá al mismo Dios que habló, hablando.
El hombre no acepta a Dios, por ser amigo del pecado.
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Al Elegido le veias que Dios le hablaba solo con mirarla, todo las personas que pasaban por su lado volvían la cara, le veían que Dios iba a su lado "su mirada curaba el espiritu" y la gente lo sabia, no habia duda que Dios le hablaba.
ResponderEliminarEl Mensaje resume todo lo que debemos saber desde niños : la muerte no alcanza al espíritu, que con su vida escoge su destino eterno.Por eso debemos recordar no dar más importancia al sombrero que a la cabeza, al zapato que al pie.
ResponderEliminarAl final ocurre que hacen más daño los que dicen que creen, los que se dan golpes en el pecho diciendo que quieren a Dios... y sin embargo luego no se acercaron donde Dios daba sus palabras.
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