En Sueño Profético hablaban de vivir vida de espíritu o vida de materia. Decían:
La persona que vive vida espiritual, ésta sí vive contenta, y con facilidad rechazará los obstáculos que la vida material le vaya poniendo. Siempre tendrá su vivir anclado.
Uno dijo:
El que tenga el gran premio de vivir a la protección de un Elegido, ya todo lo verá sin valor, ya no buscará nada material con interés, todo lo hecho por el hombre lo verá pobre; a todo lo que el hombre le dé preferencia, él se la quitará; siempre notará vacío, sintiendo su materia el mando del espíritu que lo lleva a la presencia de este espíritu, que Dios sus Palabras da para que sean oídas para todos. Estas Palabras van de Aquí, para que los espíritus sean curados y enseñados a vivir ahí vida sin pecado.
El hombre no conoce las enfermedades del espíritu por falta de amar a Dios. A más Amor, más intimidad con Dios. A más Amor, más te retiras de las cosas de la Tierra y más conoces las cosas que no son de Dios. El que quiere ser bueno y borrar sus errores, busca al que Dios le habla. El que siempre alabó a Dios, busca al que Dios le habla. El tibio lo piensa y lo deja para mañana. Y ya, el que a Dios no quiere, a Satanás llama, lo llama porque no quiere que a Dios servicios Le haga.
Desperté, oí:
Grande diferencia lleva
el que llama a Satanás,
o el que busca a Dios en la Tierra.
El Elegido no oye la voz
del que no lo quiere,
pero sabe que su espíritu
al demonio lo prefiere.
El que la vida la vive
haciendo todo para Dios,
la felicidad la halla
donde le hablen de Dios.
Y su materia la mira
como cosa sin valor,
sin juventud, sin belleza,
como comida que sirve
para bichos de la Tierra.
Buen premio tiene, si piensa,
al que Dios deja contacto
con Elegido en la Tierra.
***
El espíritu permanece y la materia tiene fin.Cuidar el espíritu es seguro de Vida, mientras que el celo por lo material es papel mojado.
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