En Sueño Profético hablaban de heredar el capital del espíritu, de practicar costumbres que alababan a Dios, de copiar todo lo que veas hacer para acarrear a la Gloria.
Dijo uno:
De los Elegidos puedes copiar acción y palabras, porque para eso son Elegidos. Y ya estás en espera de que el Dueño te ponga en el testamento para mandarte el capital cuando Él quiera, una vez que tú intentas coger la herencia por seguir el mismo camino de Amor, de humildad, de Paz, de paciencia y, como no, de obediencia.
Dijo el mismo:
Si el hombre amara Dios no retiraba su capital del espíritu, que es el que vale para el Cielo. Que antes, en la Tierra, han habido Elegidos que han dado herencia estando aún con materia, porque Dios les ha dado potestad para que ellos premien al espíritu, para que todo lo que haga sea con actuación de Dios. Pero a través de estos Instrumentos Dios ha hecho que ellos vean y sientan lo Sobrenatural, premio que Dios da al Elegido para que firme y selle su vivir Aquí y su retorno a la materia.
Desperté, oí:
Es fácil coger la herencia del espíritu cuando tú con el Elegido trates.
Pero qué pocos se presentan diciendo sí a estas señales:
¡Querer el querer ser bueno!
¡Querer a Dios antes que a nadie!
¡Querer achicar los defectos que aprende el que a Dios no ame!
Para coger esta herencia tienes que tener delante siempre la Imagen de Dios.
Y si tienes tentaciones buscar al Prójimo y amarle, y ya estás amando a Dios.
Vístete con estos trajes que son herencia de Dios.
Pero ponle el adorno de prudencia y de pudor.
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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII
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