En Sueño Profético decían:
El hombre quiere hacer con Dios lo que hace con el hombre. El hombre quiere mandarle a Dios, y Dios permite pero no acepta su mando. El hombre, a otro hombre intenta robarle el talento. El hombre quiere que Dios, a todos les hable en silencio Aquí en su Gloria, y luego, el espíritu, al llegar a la carne, que no forme escándalo, cuando ya el espíritu viva otra vez con la carne. Pero el espíritu no calla, porque no obedece a la carne, por el Mando que lleva de Dios.
Dijo uno:
Estos Elegidos están fuera del mando del hombre, y esto no quiere verlo el hombre, sin pensar que si el Elegido obedeciera al hombre, Dios cortaría la Comunicación, porque entonces Dios sería hombre inferior al hombre, que tiene que obedecer al jefe con razón o sin razón.
¡Hombres viviendo ese juego de vivir dando importancia a lo que nadie es dueño!
Otro dijo:
El hombre quiere que Dios elija sin que el hombre busque a Dios. El hombre no quiere amar al Prójimo porque sabe que el Prójimo es Dios; lo mismo que sabe que mundo y carne es Infierno, si no tiene recato y no busca a Dios. Esto lo sabe todo hombre que conozca lluvia y Sol, que los peligros los vea y los enseñe que son.
Desperté, oí:
La resistencia del hombre
es por no creer en Dios.
Por no creer que está Vivo.
Pero hay otra creencia
que es aún mucho peor:
El no aceptar su Mando por falta de Amor,
de Amor de vivir sin el pecado.
Por eso siempre caerá mal
que Dios hable en cualquier lado.
Pero que haga un pensar
y se quite del pecado,
que al no aceptar lo de Dios,
que sepa que está pecando.
Cuando primero sea obra,
y lo último el hablando.
Si Dios quiere que se diga,
¿quién es el hombre para callarlo?
El hombre cierra ventanas,
y Dios publica en los campos.
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Libro 11 - Te Habla al Profeta - Tomo II - C7
Dios permite que el hombre lo niegue pero nunca podrá callarlo. Nos concede Libertad por Amor, pero Suyo es el Poder y la Vida.
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