sábado, 16 de octubre de 2010

La vida del cuerpo no paga al espíritu - Libro 82 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo VI - Pag. 197-198


En Sueño Profético hablaban espíritus de la Gloria que cuando tuvieron cuerpo conocieron a este Elegido porque les ayudó en los sufrimientos. Decían:

Esta ayuda muchos la recibimos, pero la vida del cuerpo no paga al espíritu, porque no cree que el espíritu siempre esté al Mando de Dios. Pues el cuerpo, mientras esta con Mando de Dios, este Mando no lo guarda y da gran Enseñanza de vivir Vida Eterna, que no se acaba, que ésta es la que el Elegido quisiera que todos vivieran antes de morir el cuerpo.

Desperté, oí:

Di sin temor que hoy no hay nadie que diga:

“Dios arrobaArrobo: Desprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) mi espíritu todas las noches. Unas veces, con su Presencia y sus Palabras. Y otras veces le da Mando a los espíritus de su Gloria para que digan sus Palabras”.


***

7 comentarios:

  1. Ayudando a llevar los sufrimientos, los que no creen sienten un bálsamo desconocido que despierta la sed que todos tenemos de Dios.

    ResponderEliminar
  2. Todos los que hemos estado al lado del Elegido hemos recibido mucho bien, tanto material como Espiritual, ni viviendo mil vidas pagaríamos a Dios por tanto como nos ha dado, conocer a un Profeta.

    ResponderEliminar
  3. Es cierto si se pensara tener los escritos de un Profeta que diariamente nos da estas enseñanzas era para estar rogando día y noche que se publicaran en todo el mundo

    ResponderEliminar
  4. Sólo en ver el pedir del Elegido en este mensaje tienes que decir que Dios está en ella.

    ResponderEliminar
  5. Estoy totalmente de acuerdo con el mensaje, no se podría pagar a Ana, (ni a Dios) todo el bien que sembró, en todos los que la conocimos.

    ResponderEliminar
  6. Nuevamente, en este Mensaje, Dios repite que en ese momento no había un Caso como éste en todo el mundo, este desafío al hombre era para caer de rodillas y adorar sus Palabras. Porque ese desafío justificaba verdad.

    ResponderEliminar
  7. En verdad el Caso es único. Y sin embargo es triste comprobar como hoy por hoy el cundir de éste es testimonial. Ni Dios no el Profeta se merecen éste abandono, éste silencio, porque aunque suena laos que lo amamos a poco nos sabe.

    ResponderEliminar