En Sueño Profético hablaban del pecado y del Perdón, del que juzga y del que peca, del que mal enseña y del que aprende con quien dio buena Enseñanza.
Dijo uno:
La buena Enseñanza es: primero, acción, y luego, palabras. La buena Enseñanza es compadecer. Si no compadeces, huye la Caridad, y esto a Dios no agrada. Esto sale siempre de malas enseñanzas.
Si no pecas y te olvidas del que está pecando, haces pecado de falta de Caridad, como al hambriento que no das comida o no le vistes cuando lo ves desnudo caminando. Si teniendo, pasas por su lado y no te conmueve, tú ya estás pecando, aunque a esto el hombre pecado no le pone.
Todo el que Le cumpla a Dios sus Palabras, tiene que buscar al pecador. Este servicio no es para el cuerpo, es para el espíritu. El servicio para el cuerpo es la comida y el vestido.
El que está ofrecido a Dios para esto que Él ya dijo, su oración le llegará a Dios cuando Le diga: “Dios mío, yo sé que Te llegan mis ruegos para que mandes Perdón, pero yo estoy a Tu Mando y siempre haré Tu Servicio sin protesta, y alabando a Dios Padre, a Dios Hijo, y a Dios Espíritu Santo”.
Desperté, oí:
Si vives el sufrir de otro, ya estás haciendo Servicio a Dios.
Dejar para que Dios juzgue, es confiar en un Dios que te promete su Reino y no te niega el Perdón.
Cuando quiera ser perdonado el que lejos de Él vivió.
¡Qué cierto que el sufrir de otro, en Dios pensando, tiene gran compensación!
Pero hay pocos, tan pocos haciendo Servicio a Dios, que estos pocos son mirados con ira, y maltratados por enemigos de Dios.
El hombre tiene olvidado que en el Prójimo está Dios.
Por eso la Caridad va primero que la acción.
Porque si no hay Caridad, ya no le sirves a Dios.
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Cuanto más leo estos Mensajes más importante veo la necesidad de publicarlos para que el mundo aprenda lo que es pecado, pues esta palabra el mal se ocupa que vaya desapareciendo de las conciencias de las personas; hasta tal extremo que ya no se nombra, ahí va la ventaja del mal.
ResponderEliminarSiempre se nombra la caridad cuando es en el necesitado por falta de recursos económicos, pero el necesitado de espíritu el hombre no lo considera hacer caridad. Cuántas veces oyes: ¿y yo por qué tengo que aguantar tal cosa?
ResponderEliminarEntonces te das cuenta que no tienes un problema, tienes dos. Uno no se comporta y el otro porque no ayuda a que el otro se corrija.
Hola Mapi, lo que tú has comentado es hacerse pastores para acarrear al rebaño, y de esos como dice el Mensaje hay muy pocos. Pocos quieren ayudar a Dios en ese trabajo tan duro, siempre prefieren que les aguanten a que ellos aguanten.
ResponderEliminarNo sólo pecamos por hacer el mal, sino por dejar de hacer el bien.
ResponderEliminarLa caridad al Espíritu es difícil, si nos metemos en la piel de los demás, estaremos más cerca de DIOS y aprenderemos que DIOS será lo primero, si hacemos caridad de Espíritu y cuerpo.
ResponderEliminarHacer la caridad como nos enseña Dios es el premio más grande que podemos tener.
ResponderEliminarEstoy con Ana, la omisión de ayuda al que la necesita ya es delito.
ResponderEliminar“Dios mío, yo sé que Te llegan mis ruegos para que mandes Perdón, pero yo estoy a Tu Mando y siempre haré Tu Servicio sin protesta, y alabando a Dios Padre, a Dios Hijo, y a Dios Espíritu Santo”. Con estas palabras se resume el mensaje, y ya que más se puede decir.
ResponderEliminarLa acción es lo primero, es el reflejo de tu acción que si va llena de caridad, son los puntos fundamentales para el prójimo y en el prójimo está Dios.
ResponderEliminarLógicamente lo que cuesta es la acción, por eso las palabras no tienen fuerza si la acción no la acompaña, cuando hay acción hasta sobran las palabras.
ResponderEliminarLa caridad que enseñan estos mensajes es difícil porque es buscarse problemas, nadie quiere complicaciones, prefieren dar un dinero o ropa (si les sobra) y con eso cumplen, si les dices que se ocupen de los problemas de otros salen corriendo.
ResponderEliminarPor eso este caso callaba a todos, porque la caridad iba por delante: "Por sus frutos conoceréis los que son míos"
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