En Sueño Profético vi una cama con un niño enfermo y al Señor de espaldas para la entrada de la habitación. Cuando llegué yo a la cama, el Señor desapareció y el enfermo se ponía contento. Esto lo vi en cuatro o cinco habitaciones distintas.
Y dijo uno:
Tu presencia sana al espíritu, le sirve de medicamento y lo pone en comunicación con esta Gloria; domina la carne, quitándole dolencias; y prepara al espíritu para que venga contento a la Gloria, haciendo muchas veces que el espíritu siga dando vida a la carne, quedando unidos largo plazo.
La presencia del que Dios habla en él, salva al espíritu, de la condenación, cuando el enfermo quiere ser perdonado.
El que va a soltar la materia, oyendo hablar al Comunicante, ya va seguro a la Gloria de Dios, facilidad que apercibe con el trato de éste.
Dios está en todas partes, pero en el enfermo y en el necesitado espera que lo vea el Comunicante o el que a Él ama y quiere ir, y Dios lo manda.
Desperté, oí:
Dios está en el que Lo ama y Lo necesita.
Y cuando llega el que a Dios ama, a Dios respira.
Dios espera hasta que tú llegas.
Dios estaba allí, pero como tú estabas arrobada, dos Dios no podían estar.
Dios se fue para que tú vieras que donde entras tú, Dios llega.
Si desprecian tu llegada, es a Dios al que maltratan.
El sí o el no, es a Dios.
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Qué suerte ha tenido el que ha conocido a este Elegido.¿Cómo podrá pagar tanto bien recibido a Dios?
ResponderEliminarEl que escuchó y obedeció al Profeta Dios le tiene su sitio en su Gloria y al que no, hoy no está con Él y cuando muera tampoco.
ResponderEliminarLa presencia de Ana siempre era para bien, tanto si moría el paciente como si sanaba. Verdaderamente como dice Álvaro, ¿cómo poder pagarle el bien a Dios el que la haya conocido y tuviera la suerte que acudiera a su cama cuando estuviera enfermo?
ResponderEliminarPues sí Álvaro, los que hemos conocido y tenido amistad con el Profeta no podremos pagar nunca a Dios todo lo que hemos recibido, lo único que hacemos es desvivirnos porque cuanto antes el mundo la conozca.
ResponderEliminarEstas Palabras sanan, por desgracia son pocos los que tienen la dicha de conocerlas.
ResponderEliminarA Dios siempre lo verá el hombre en el necesitado y en el enfermo, por lo tanto que no diga el hombre que quién ha visto a Dios, porque cuando quiera lo ve.
ResponderEliminarEn cualquier Mensaje que leas es para avergonzarse del amor tan grande que Dios nos tiene y nosotros lo tenemos en olvido.
ResponderEliminarSabemos que Dios habla y sana cuerpo y espíritu a través de Ana. Pero según el Mensaje, realmente lo representa.
ResponderEliminarExtraña al hombre que Dios se haya manifestado de una forma tan abundante en hechos sobrenaturales pero entonces porqué nos creen lo anterior, acaso no es grandiosa su venida, o hacer camino en el mar.
ResponderEliminarLos que la han conocido tendrán miles de hechos, milagros, etc. qué pena que se pierda, se debería escribir su biografía.
ResponderEliminarEstar enfemo sin el consuelo de DIOS, te da desesperación,cuando estás mal de pronto sientes a DIOS y te entra un consuelo y una paz que te salen las lágrimas y no las puedes frenar, por no haber entendido antes que con Él no hay enfermedad.
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