En Sueño Profético vi un río. Se quitó el río y apareció un sembrado de trigo. Rápido se quitó aquel campo y apreció una ciudad con edificios muy altos; se veía la gente con mucha prisa. Pasó todo lo citado como luz que enciendes y apagas. Y ya me vi en un hospital. Aquí, todos querían cogerme las manos, pero no tenían fuerzas.
Dijo uno:
Voy a explicar estos símbolos que con su visión está la Palabra de Dios:
El río y el sembrado, Dios los trae a su presencia. La ciudad también obedece al deseo de esta Gloria, para dar explicación luego en el Dictado del arrobo y contar la Visión como si hubiera visto espíritu y materia.
Todo viene a la Presencia de Dios, para que el arrobado sepa explicarlo.
Cuando vi el hospital, anduve como por una calle larga, y otra voz dijo:
Dios dice estas Palabras –sin nuestros espíritus–: “Todo viene a mi Presencia, menos la carne enferma que me llama y mi Padre Me manda. Yo estoy presente en el que no duda que Aquí no hay muerte”.
Ya hablaron otros:
Dios, todo está en su Presencia. Pero para enseñar, hace que el arrobado vea que Dios va al enfermo.
Desperté, oí:
Esta separación de espíritu y materia es de una elevada enseñanza. Esto no lo pueden oír personas que no han oído hablar a nadie de Aquí.
¡Cómo manda el mismo Dios, sin espíritus que digan: “Vengo en el Nombre de Dios”!
Todo trae a su Presencia, y al enfermo te lo deja.
Si al enfermo llama allí como al río y a la ciudad, toda la carne moriría sin vivir la Libertad.
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Un Mensaje muy complejo, si Dios no ayuda a que podamos entenderlo.
ResponderEliminarTodo lo trae Dios a su Presencia, menos en la enfermedad del cuerpo de la persona que Lo ama, entonces Él está allí.
ResponderEliminarDios está presente en el que cree que no hay muerte de espíritu. Si no fuera así,su carne moriría y no viviría Libertad y Gloria.
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