En Sueño Profético decían:
Esta alegría de Dios es más grande cada día. Esta Alegría de Dios no se puede comparar con ninguna alegría que la grandeza de la Tierra te dé. Es alegría que el espíritu manda al cuerpo que la diga. Y al decirla, el pensamiento en Dios no se te quita.
Dijo un espíritu de la Gloria:
Este Elegido va pregonando la alegría de su espíritu. Si de él no saliera su alegría, con Mando de Dios, a Dios no le serviría para que pregonara lo que Le manda que enseñe de esta Vida. Su pensar es: “Señor, ¿por qué no voy a sufrir yo? Tú, sufrir, puedes quitar. Pues cuando no lo quitas, es por no castigar, porque el castigo sería: el mundo acabar”.
Estas Palabras son contestando al pensar del que Dios trae Aquí. Esta Enseñanza debería ser obligatoria, y enseñarla lo mismo que se enseña a hablar y a andar. Da pena, que siendo Esto la Palabra de Dios, el niño llegue a viejo y muera sin llevarse su espíritu este Premio Divino y Eterno.
Desperté, oí:
En este arrobo nombraban mucho la alegría que siempre va el Elegido pregonando.
Decían, que la alegría, siendo de Dios, a todo podía despreciar, que no fuera alegría de Dios.
A los cuerpos enfermos que vas a visitar, tu petición los puede curar.
Por ser petición hecha en la Gloria de Dios.
***
Quien no siente alegría de Dios no sirve para enseñar de la Gloria.Alegría y sufrimiento van unidos, pero siempre con Dios.
ResponderEliminarAna, me gusta tu comentario.
ResponderEliminarHay una frase de Sta. Teresa que a mí me gusta mucho e intento no parecerme a ese tipo de santo del que ella habla:
"Un santo triste es un triste santo"
La alegría de Dios es la huella de tu amor por Él sin esta alegría no puedes hacer caridad ni entregarte a Él para lo que te mande.
ResponderEliminarAna la alegría la llevaba como escudo y aunque tuviera sufrir ella la alegría de Dios la agrandaba.
ResponderEliminarQue bonito tu comentario angel "sin alegria de DIOS no puedes hacer caridad"
ResponderEliminarQué bellas palabras Ángel, decir que la alegría es la huella de Dios. Sin Dios la alegría no existe, habría que llamarla de otra forma pero no alegría
ResponderEliminarTodo lo contrario de como el hombre piensa que son los santos. Siempre serios, con cara de comer limones. ¿Haber si aprendemos!
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