En Sueño Profético hablaba la Sabiduría del Reino de Dios. Decían:
Este aprender no cansa, pero pocos lo aprenden.
De este aprender tiene más gana el que enseña que el que aprende.
Si piensas el sufrir del que enseña te dan ganas de llorar.
¡Que con una cosa tan Grandiosa y una cosa tan Verdad, tenga que ir el que Dios Aquí lo trae, procurando no enfadar. Y que tenga que esperar momento que le puedan escuchar. Y que tenga que medir palabras para que no vayan a enfadar!
Dijo uno:
Si todo el que oye estos Mensajes pensara quién los dice en arrobo y quién los manda dictar, sería para que las rodillas las inclinara al entrar en el sitio donde las oyera.
Estas Palabras, al oírlas, tu vida te cambia, pero un cambio para bien, que nunca viviste jamás.
Que repasen lo pasado y comparen cómo está todo el que sigue estos Pasos y cree que Esto es Verdad.
El que cree no lo calla con el responder que da, y Dios le cambia su vida y lo premia, que esto lo pueden comprobar.
Desperté, oí:
Defendían al Elegido con su forma de actuar.
Decían que miraran pasos atrás. ¿Cómo habían vivido antes de conocer a este Lugar?
Todo el que ama a Dios, se entrega y recoge ventajas.
Y ya le ven un grande cambio de persona y de casa.
Y si aprenden los consejos que del Lugar salen, ya no son conocidos por aquél con el que hablen, al ver el cambio tan grande.
Todo esto y mucho más es lo que el Elegido hace.
Luego cambia el sueño en oración, y el dormir es corto.
Pero confía en Dios, que le dará Premio.
Premio para repartir a los que están cerca y a los que están lejos.
***
Nosotros estamos viviendo lo que dice el Mensaje : un cambio de vida al aceptarlos como Palabra de Dios, y la espera constante para hablar de ellos en el momento adecuado.
ResponderEliminarEs lógico que las vidas y las personas que se acercaran a ella cambiaran, pues Dios es la Luz que ilumina las almas que en este mundo andan a ciegas. La pena es que son pocos los que quieren esa Luz.
ResponderEliminarDoy fé de lo que dice el Mensaje, nuestra vida cambió tanto que las personas que nos conocían, al cabo de un tiempo,se asombraban del cambio en la forma de vestir y sobre todo, y más importante, en la forma de comportarse, en casa se acabaron las discusiones, lo que antes era algo habitual, fue desapareciendo a medida que iba yendo a casa del Profeta.
ResponderEliminarLa vida de Ana era de entrega total al projimo su disfrutar era ayudar en las casas necesitadas y que su vida cambiara en todo, para esto no tenía descanso y veías que era su alimento
ResponderEliminarLa verdad que el encontrar este blog me está enseñando diariamente mucho, y le doy gracias a Dios por habermelo puesto en mi camino.
ResponderEliminarDice el Mensaje: "De este aprender tiene más gana el que enseña que el que aprende."
ResponderEliminarEs lógico pensar que para enseñar de Dios tienes que tener un Amor tan grande que sea ejemplo para los demás, por lo tanto nadie mejor que Él (el Elegido)va a valorar las Palabras de Dios.
Para comprender el sufrimiento del Elegido tendríamos que ser Profetas también, sino es así, nunca llegaremos a entender cuánto sufrió por defender a Dios.
ResponderEliminarEstoy algunos días sin comentar y cuando leo los Mensajes me doy cuenta de lo distintos que son, y muchas veces me contestan a mis inquietudes, eso es lo que más me fascina que no llevan relación unos con otros en los temas y eso me sorprende, porque parece que Dios me contestara a mis problemas.
ResponderEliminarEs curioso que en el Mensaje anterior comentara con vosotros que érais buena gente tal vez producido por la lectura de los Mensajes, continúo leyendo los Mensajes atrasados y me encuentro con esto:
ResponderEliminar"Estas Palabras, al oírlas, tu vida te cambia, pero un cambio para bien, que nunca viviste jamás."
En este Mensaje, las palabras dan razón a mi pensamiento. ¡Es sorprendente!, parece magia.