En Sueño Profético decían:
Si quisieran a Dios, verían esta Fuerza y este Mando que llega al InstrumentoInstrumento de Dios, Sinónimo de Elegido; En este caso se refiere al Profeta Ana García de Cuenca..
Si quisieran a Dios, la ansiedad de la Gloria les hacía buscar estas Comunicaciones que no están en ningún libro, ni el hombre las puede escribir ni inventar, porque llevan estas Palabras: “Por sus obras los conoceréis”.
Dijo uno:
Si estos Escritos no fueran dichos por Dios y dictados por Espíritus que Aquí, en su Gloria vivimos, porque su Palabra nos dio Vida Eterna, no podría la materia tener la fuerza que tiene tan grande al desprecio del hombre. Si lo sigues, ves que no es normal, ni en sus actuaciones ni con la fuerza que recibe el sufrimiento. Que el hombre es el culpable del sufrimiento, como no sea sufrimiento de muerte. Pero la muerte, ya la trae el que nace con vida, y ya espera muerte.
Desperté, oí:
El hombre, el sufrimiento más grande lo pone en la muerte.
Y no lo pone en el desprecio que le tiene a lo que Dios, en su Gloria, a él le manda, para que no pierda Gloria.
Que no haya interpretación, que la muerte no es sufrimiento cuando se quiere como Dios tiene mandado.
Pero debe de ser sufrimiento mayor ver el desprecio que el hombre Le tiene a Dios tan grande.
Piensa: llevar tu hijo acunado y que el desprecio le llegue cuando fueras a presentarlo.
Sabiendo que por Él tiene vida lo que ves con vida.
Pues esta es la estampa que tuvo la Madre Virgen.
Y sigue sufriendo por ser Madre del hombre y querer que ninguno pierda su Gloria.
Únete a la Madre Virgen y pide por los pecadores.
Que el hombre, con el adelanto, le quiere quitar el nombre.
Que este es el sufrimiento que si no amas, no entiendes.
***
Para quien ama a Dios, el mayor sufrimiento es sentir que lo desprecian.No por temor a su Poder, sino porque Él nos amó primero.
ResponderEliminarHay que tener presente el sufrimiento de la Madre Virgen para Pedirle ayuda y para cuando llegue el sufrimiento pensemos que queda en nada comparado con lo que Ella pasó.
ResponderEliminarLe pido a Dios la muerte, antes de dar desprecio a sus palabras que con tanto Amor nos ha dejado.
ResponderEliminarConocer al Profeta me ha hecho valorar a la Virgen de una forma tan distinta a como antes lo hacía, y es que cuanto más te acerques a Dios más quieres a la Virgen.
ResponderEliminarEl Padre Eterno le concede a la Virgen todos sus favores, por la gran humildad y aceptación al sufrimiento permitido, quedando como, ejemplo hasta el final de los tiempos, este ejemplo es el que avergüenza al hombre cuando pide cuentas por el suyo.
ResponderEliminarEn los Mensajes nos aclara que el sufrimiento más grande y más injusto es el de la Virgen, ya que el asesinato hacia su Hijo fue por salvar al hombre de la condenación y con el agravante de que Él sí pudo evitarlo.
ResponderEliminar"Tú eres el orgullo de nuestra raza. El Señor Dios altísimo, te ha bendecido, más que a todas las mujeres de la tierra..."
ResponderEliminar"Bendita Tú que has merecido llevar en tu Vientre al Hijo del Eterno Padre."
En mi casa la veneración más grande era a la Virgen del Carmen, luego conoces los escritos de Ana y ves que lo más importante es Dios, aunque es lo natural, hay veces que se olvida y se tiene una devoción muy grande a la Virgen que casi es ofensiva cuando no la tienes mayor o igual a Dios. Luego también comprendes que la Virgen es sólo una, que da igual el nombre que le pongan todas son igual de milagrosas porque es la misma, y aunque esto también es una verdad de perogrullo, vete a ver qué pasa en las provincias españolas o a Sevilla, y defiende a la Macarena o a la Esperanza Triana.
ResponderEliminarSi tienes razón Reyes, defiende al nombre de una Virgen, pero no a la Virgen, por que si fuera así no harían tantas competiciones que si una es mejor o más Milagrosa que otra.
ResponderEliminar"Únete a la Madre Virgen y pide por los pecadores". Con estas palabras no sabes que decir tan sólo rogar.
ResponderEliminarQue enseñanza nos dá el mensaje de la Madre Virgen por tener el gran sufrir de su hijo y el sufrimiento agrandarse por los demás hijos, para que no pierdan la Gloria.
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