domingo, 30 de enero de 2011

Amor y Paciencia - Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 212-213-214


En Sueño Profético hablaban del Amor y la Paciencia. Decían:

De todo lo que se trata con Paciencia, brota el Amor, y en todo Amor hay Paciencia. La falta de Paciencia te retira de Dios.

Estando éstos hablando, se acercaron dos mujeres y una dijo:

Yo entré un día en una posada, y a mi vez un hombre pidió un vaso de agua, y la dueña de la posada no se lo daba. Me miró a mí como pidiendo que le ayudara a que le dieran el agua. Entonces yo dije:

–Si el agua le pago, ¿le llena el vaso? –que sacó de un saco que a cuestas llevaba con sus cuatro trapos viejos.

Me contestó un “no” rápido, frío y retirado de Dios:

–No le doy el vaso porque tiene “el mal de azogue”, tarda en beber y termina ensuciando el suelo, dejando sus pisadas sucias por todo el portalón.

Le insistí que me diera el vaso, y cual sería mi suplica, que me lo dio. Sostuve el vaso mientras bebía, y antes de terminar se presentó Jesús el Salvador de los hombres con otro que luego me enteré que era Matías, y dijo:

–Tú no dirás que amas al Hijo del Hombre y que cumples sus Leyes. No te compadeces de él y luego le niegas lo de menos precio, que es el agua; de menos precio para el hombre, por la abundancia que mi Padre os dio.

Y mirándome a mí, dijo:

–Tu has tenido paciencia al dársela, porque amas y Yo te doy potestad para que le retires el mal que lo atormenta.

Desperté, oí:


Quedé de rodillas cuando vi sus manos tranquilas y sin movimientos sus brazos.

Y se marchó Dios Hijo pronunciando estas Palabras:

No te acordarás ni una vez de Dios Hombre, sin que veas sus manos temblando y su boca seca.

Con esto me verás a Mí en el pobre.

Si esto lo recibes con Amor, será olvidado tu mal hecho.

Dios ve cuando haces bien o mal. El bien lo Glorifica, y el mal lo azota.

Si las Palabras de Dios se oyeran como de Dios, no se pecaría.

El hombre las oye como de otro hombre, pero sin obedecerlas.


***

2 comentarios:

  1. Oimos la Palabra de Dios como si procediera de otro hombre. Por eso nos atrevemos a reformarla.

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  2. Cómo es Dios que le deja la puerta abierta para el arrepentimiento y darle el perdón si lo quería.
    Era enseñar cómo amarnos haciéndonos ver a los hombres las injusticias que hacemos cuando no Lo amamos.

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