En Sueño Profético decían:
Ama y ya el tiempo te lo dará el Amor.
Terminando un día un sermón el Maestro, se acercó uno y le dijo:
–Ya tienen los que te acompañan dicha con estar siempre oyéndote; tienen que tener quien les labre la tierra, y mujeres que les enjabonen la ropa.
Iba a seguir hablando y lo calló el Maestro con sus Palabras:
–Tú labras la tierra, la que cualquiera labraría, pero lo que hacen los que tú crees que no hacen, esto lo hacen muy pocos. Labrar la tierra, se puede labrar sin amor. Aprender de mi Enseñanza como Yo mando, no puedes si no me amas. Tú nunca aprenderías, y sí labrarías la tierra. Éstos enseñan el camino de la Salvación y reciben las injusticias del que no ama. Éstos se ciñen a la Voz de mi Padre y a mi obediencia. Éstos trabajan para que otros vivan la Gloria. Tú labras la tierra, y trabajo y jornal es para ti.
Desperté, oí:
Quería decirle al Maestro, que él amaba, y el no seguirlo, era por falta de tiempo.
Y el Maestro quiso decirle, que el trabajo que él hacía era hecho por cualquiera.
El que hacían sus Discípulos no lo hacían muchos.
Él llamó a todos, y muy pocos acudieron.
El que se acercó a ellos, trabajaba labrando y recogía sus beneficios.
El que a Dios seguía, amaba, y este era el pago material que le daban:
Maltrato, desprecio, calumnias y oír ofensas a su Maestro.
Oír lo que la lengua no podía callarse ni las manos contenerse.
Pero tenían que dejar el Sello de donde venía la Enseñanza.
Cuando amas, sobra tiempo y palabras para el ser amado.
Cuando se ama a Dios, Dios te da tiempo para que tú lo ames.
Si Dios le daba tiempo para que labrara la tierra, si a Dios amaba, Dios le daría tiempo para que a Él lo siguiera.
Y una vez que lo siguiera, ya lo amaría, y dejaría de labrar la tierra como todo el que lo seguía.
***
Cómo comentar después de oír las Palabras dichas por el mismo Dios. Qué cierto que todos podemos servir para cualquier trabajo, pero servir como Discípulo ésto son muy contados porque su trabajo es luchar por los espíritus de los demás y el pago son las injusticias, Él mismo llegó al máximo de sufrimiento, todo el que Lo siga lo hace con esa consecuencia.
ResponderEliminarPor supuesto, estoy contigo y la historia nos da la razón porque, aunque no nos vayamos a sus Discípulos, todos los Santos que luego han estado en la Tierra hasta ahora, todos, han sufrido las mismas injusticia.
ResponderEliminarEl que trabaja para Dios beneficia y bendice con sus actos a los demás.
ResponderEliminarEl Mensaje nos desmonta la excusa de siempre:no tengo tiempo.El tiempo es de Dios y para Dios.
ResponderEliminar"Éstos enseñan el camino de la Salvación y reciben las injusticias del que no ama. Éstos se ciñen a la Voz de mi Padre y a mi obediencia. Éstos trabajan para que otros vivan la Gloria". Como identifica Dios los que son suyos.
ResponderEliminarEs cierto cuando amas de verdad se multiplica el tiempo para lo que hagas para tu Maestro.
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