viernes, 14 de enero de 2011

Providencia - Libro 4 - Te Habla el Protefa - Tomo I - Pag.124-125-126


En Sueño Profético decían:

Dios elige y Dios enseña al Elegido. Dios responde al hombre cuando el hombre duda del Elegido. Dios responde con Palabras que sirven para hacer estudio y dejar inservibles las palabras del hombre.

El hombre abusa de la palabra Providencia, y la pone en sitio que no corresponde. El hombre, lo que él tiene que hacer, lo deja que lo haga la Providencia. Este encargo que el hombre le hace a la Providencia está mal hecho. La Providencia nunca se olvidará de lo que sabe que espera su protección. Los pájaros son alimentados por la Providencia, y todo animal sin amo. Los niños también están en manos de la Providencia.

Dijo uno:

Todo lo que se busque con el máximo esfuerzo y no se alcance, sí puedes dejárselo a la Providencia, pero siempre que mires al Cielo sabiendo que no mientes. Dios da las respuestas al hombre que con esta palabra se cubre: “Providencia”.

Desperté, oí:

Cuando ya oyes las Palabras que dicen en la Gloria, entonces es cuando sabes.

La palabra “Providencia”
la utilizan grandes hombres.

Grandes hombres que parecen,
cuando los ves por la calle.

Hay quien se echa a dormir
y a la Providencia coge
para que le dé el vivir.

El vivir para el sustento,
no el Vivir de Vivir
para siempre Aquí en su Reino.

Si estudias esta Palabra,
dejarás la Providencia
en sitio que si la nombras
te quedarás indefensa.

Ya es tiempo de que se sepa
la palabra “Providencia”.

Para ponerla en sitio
que tú agotaste tus fuerzas.

Dios nunca queda callado,
y siempre te da respuesta,
cuando tú quieres callarlo
con tu saber que es de Tierra.


***

5 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con lo que se dice, hay que trabajar más y no esperar que Dios nos solucione los problemas.

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  2. Creo , Alison, que no se refiere sólo al trabajo, sino a las cosas que tenemos que hacer para arreglar situaciones (problemas con los demás)y no ponemos de nuestra parte, por comodidad, pretendiendo que Dios lo arregle.

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  3. Conviene reflexionar en la fe malentendida que nos hace cómodos.San Ignacio lo resumió muy
    bien : actuar como si todo dependiera de uno mismo,sabiendo que todo depende de Dios.

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  4. No podemos estar de brazos cruzados y después decirle a DIOS que nos arregle los problemas, DIOS nos ayuda cuando nosotros nos ayudemos.

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  5. Tenemos que esforzarnos, en todo con mucho amor y si no nos quedan fuerza Dios estará ahí para echarnos una mano y ayudarnos en todo.

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