En Sueño Profético vi mucha gente dormida, y uno dijo:
Este es el “Sueño Eterno”. El que quedó dormido en presencia de Dios, hoy Dios lo tiene despierto en su Gloria.
Vi a otros que no estaban dormidos, y el mismo dijo:
Éstos, no tuvieron “Sueño Eterno”, éstos tuvieron muerte sin tener a Dios delante, y muertos están para Dios. Los del “Sueño Eterno”, Aquí despertaron, y despiertos están con Dios.
¿Quién puede hablar de esto sin estar Aquí en la Gloria? El hombre, más que saber de Aquí, tiene temor, y a veces este temor hace que se retire de Dios, haciendo vida mala.
Dijo otro:
Yo conocí a un hombre que hizo grandes pecados cuando supo que enfermedad tenía grave. Decía que antes de morirse tenía que divertirse y aprovechar el tiempo. Su mujer sufría con grande paciencia sus pecados, y a Dios pedía que no muriera hasta que no dejara de pecar; que si tenía que estar siempre sufriendo, que lo llevaría contenta hasta que no pecara, y Él ya que dispusiera. Un día, al verlo el médico, quedó el médico cortado: se había curado el mal que remedio no tenía para el hombre. Cuando se enteró la mujer dijo:
–Señor, si es para llevártelo, llévame a mí, que él ya será bueno cuando vea este milagro –Ella decía esta oración mientras él estaba hablando con Dios en grandes sollozos.
–Señor, ya mi vida la he cambiado. ¡Cuánto me pesan las palabras que la gente me oía! Ahora que estoy curado, mis ratos y diversión serán siempre para adorarte. Ahora me siento con fuerzas de cantar e ir brincando, pero siempre viviré vida de no hacer pecados.
Desperté, oí:
¡Qué Amor demuestra tener
esta mujer que ama tanto!
Que ama pidiendo a Dios,
que el marido tenga el “Sueño”
con la Presencia de Dios.
Cuando ya Dios lo concede,
sana sin que hubiera curación,
ella le cambia la vida
y le demuestra el Amor.
Tenía la seguridad
de que si curaba la carne,
curaría su pecar.
Grande amor tiene al marido,
y más grande Amor a Dios.
No quería que se “durmiera”
sin la Presencia de Dios.
El Amor Dios lo devuelve,
viviendo santos los dos.
***
Si pensáramos en la muerte con Dios,nos prepararíamos para el encuentro y tendríamos menos miedo.
ResponderEliminarAmor como el que esta mujer demuestra, hoy día, es muy raro encontrarlo.
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