En Sueño Profético hablaban de temas diferentes, pero todos para Enseñanza. Decían:
Hay sitios y momentos que la palabra vale más que la acción. La acción puede no verla nadie, y a la palabra darle publicación. Y esta publicación es la que más a ti te vale.
Con decir “yo sí lo creo”, ya estás al demonio ahuyentando. Que él no quería esto, porque este “sí” dicho en público va en contra del que no quiere aceptar este Caso hoy único.
Esto, que pongan una nota del “sí” que en público dijo, para que lo lean y cundan que él dice que lo ha creído. El interior ya se queda para este Divino Archivo. Tú manda que lo publiquen todos los que lo han oído. Y ya, con este refuerzo, es este Caso más cundido, que es lo que Dios te mandó para el resto del mundo.
No callar y publicar es derrotar al enemigo.
Cuando coge al que te quiere, ¿qué hará con el que nunca te ha querido? Pero Dios te da enseñanza, y todo dejas vencido.
Dijo uno:
Siendo un día de alegrías, se quiso meter el enemigo. Pero Dios mandó las Fuerzas del Bien, y su presencia no hizo.
Desperté, oí:
Tu mando sea recibido
como que Mando te dan.
Si tú tienes alegría,
alegría notarán.
Si tú dices “esta bien”,
no lo sentiste mal.
El “sí” de una Jerarquía
lleva muchos “síes” detrás.
Que este “sí” se haga público
para el bien de la Humanidad.
El “no” de una Jerarquía
hace un daño fatal
y puede llevar a muchos
a que se puedan condenar.
Pues si el “no” cambias por “sí”,
alégrate y haz que se alegren más.
No sólo abren la puerta,
que también el “sí” lo dan.
Si hace años hacen esto,
tu sufrir no va en aumento
y hubiera acabado ya.
Con que el “sí” digan en público,
en contra de Dios no van.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C1
Un sí a Dios en público puede convertirse en faro que alumbre a muchos el camino a la Verdad.
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