Quedé dormida pensando: “¡Con la falta que yo hago en la calle y tener que quedarme sin salir por estar mala! ¡Ponme buena Señor, aunque no sea buena…, buena…, como estaba! ¡Claro que esto mismo le pasará a todo el que no pueda salir!”.
En Sueño Profético decían:
No es lo mismo que la rueda ruede para pasear, que ruede para ganar el jornal. Pues aquí es más preciso que ruede la rueda y no se quede parada.
Tu presencia alborota espíritus, y de Dios empiezan a hablar. Al que no lo hace bien, tú una llamada le das: ¡que piense en otra Vida! Aunque no quiera pensar, tu presencia le recuerda que hay Dios.
Por eso lo tuyo es gente, publicidad, que todos los hombres conozcan esta Grandeza Divina. Y aunque tú no grites, ellos te ven. Te ven siempre con el mismo caminar. Que muchos no quisieran, porque ellos quedan mal.
Los Profetas es, día a día, el Mando de Dios dejar.
Dijo un espíritu que vivió con Jesús el Salvador cuando vivió de Hombre:
Más de una vez dijo el Maestro: “Acercaos al Profeta si queréis participar de la Fuerza que Yo le doy con mi Mando. Si no llevara Fuerza, no podría decir todo mi Mando, porque la maldad del hombre ya vería como callarlo.”
“Yo digo “ve y di”, y es máquina con fuerza que destruye lo que en el camino se oponga. Porque mi Palabra lleva todo el Poder del Cielo y de la Tierra”.
“Oíd al que Yo mando, pensando en Mí, y ya cumplís el Mando”.
Desperté, oí:
Al que el Maestro
más fuertes le daba sus Palabras,
más sabía el Maestro
que lo haría con Amor y contento.
Y que no admitiría reforma,
por amigo que de él fuera,
del que lo estaba oyendo.
No hay escala mayor,
que el que lleve un Mensaje
y diga: “Esto lo ha dicho Dios”.
Porque tiene que decir
Palabras que le molestan
al que lejos está de Aquí.
¡Es que no es ver u oír,
es que es Dios diciendo
que Esto tiene que decir!
Y decir que soy Yo
el que mando este “Decir”.
No hay quien diga “Dios me habla”,
si verdad no es este dicho.
Porque el hombre se subleva
cuando ve que Dios es Vivo.
Esta dosis de pecado
está en el mundo extendida.
En los rudos está menos,
y mucho más en los cultos.
***
Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C1
La rueda nunca deja de rodar porque Dios siempre tendrá enviados que transmitan al mundo su Fuerza, su Enseñanza y su Amor.
ResponderEliminar