En Sueño Profético decían:
Siempre que Dios habla, en vez de querer saber, repasan lo que otros dijeron que Dios les habló. Empieza la discordia, comparaciones, y como final, queriendo que Dios no hable.
A mí me obligaban a que con ellos dijera que mentira era aquello de que yo a Dios lo viera. Y yo escribo como yo era: no había que esforzarse para ver que Dios me hablaba y hacía que Lo viera. Yo siempre estaba contenta, y los insultos resbalaban como la nube en la sierra, y no es porque se taparan de que mis oídos oyeran lo que no se dice a nadie, aunque motivos éste diera. Había días que los insultos empezaban antes que las claras del día. Gracias que el Amor de Dios con todo esto podía, y me iba a mi oración y en mi espíritu vivía. Aquí ya nadie veía lo que este Dios me decía. Yo dije más de una vez: “¿Por qué no le hablas a alguno de estos que no Te quieren ver?”. Esto yo se lo decía y Perdón pedía a mi vez. ¡Si a todo el que Dios le habla fue por lo que amó antes él! Ya no sabía decirle, de rodillas ante Él.
Hoy no descansan mis ruegos, pidiendo el publicar, para quitarte sufrimientos que Aquí sabemos nada más, y el que desde ahí adore a esta Gloria Celestial. Que el hombre en vez de adorar, calvario le da al Lugar.
Desperté, oí:
¡Que calvario repetido
por el que no ama a Dios!
¡Qué calvario más lucido
por el que le habla Dios!
Este calvario te quita
todas las penas y dolor.
¡Ay Calvario que tuviste,
primero Tú, siendo Dios,
y Te dejaron la Cruz
para ayuda de tu dolor!
Dolores que yo quisiera
tenerlos constantes yo,
para decir con sonrisa:
“pero no los tiene mi Dios”.
Calvario que se repite,
siempre por falta de Amor,
que el hombre dice contento:
“calvario que pongo yo”.
Sin pensar que este calvario
sigue a la Gloria de Dios.
TERESA DE ÁVILA
***
Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5
Calvario y Gloria son inseparables. Si ignoramos el calvario,no reclamemos la Gloria.
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