En Sueño Profético decían:
El Profeta no puede ser místico. Los místicos y los contemplativos derivan del Profeta.
El Profeta habló del Mesías antes de que Lo conocieran, que el que hablaba era el Mismo Dios; luego habló el Mesías, que el que hablaba era el Padre, que era el Hijo y el Espíritu del Padre, el que se hizo una Carne para dar más contacto al hombre, más Amor, y que el hombre recibiera la Enseñanza y el Perdón del Mismo Dios hecho Hombre.
Dios Hombre y Profeta no podía ser místico, ni contemplativo. Todo el que diga: “Dios habla en mí”, no es místico, es un Lugar para el Servicio de Dios al hombre. De aquí ya salen millares de santos, contemplativos, místicos, y centenares de perdonados por su cambio de vida al tener contacto con este Lugar y empaparse del contenido de estos Mensajes, Publicación que el hombre quiere que esté enterrada.
De la Palabra de Dios salen éstos ya nombrados.
El que Dios habla en él,
si mucho lo sigues,
verás cosas raras,
verás cosas frías
y cosas con grandes llamas,
verás que no había sentido
cuando dijo la Palabra;
otra cosa que aquí te afirma
que ella no es la que las habla.
Desperté, oí:
Estudia bien como actúa
el que dice: “Me habla Dios”.
Estudia y verás momentos
para perder la razón.
Lo mismo dirás: ¡Dios mío!,
yo soy pecador,
que sabiendo tu Existencia,
quiero quitar la razón.
¿Has pensado cuando mueras,
que puedes ver la razón
y Dios mismo contestarte:
“No quisiste oír mi Voz”?
No le busques los rincones
donde veas camino llano,
que Dios cuando habla al hombre,
prohíbe salgan nublados.
***
Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C1
Si la voz del Profeta es la de Dios,sólo cabe decir amén.
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