En Sueño Profético decían:
Hay quien cree que no peca porque el hombre no puede nada condenarle, porque las leyes las cumple. Y aquí refiero un hecho de Jesús para Enseñanza del hombre:
Estando una mañana Jesús dando su Palabra a sus Discípulos, dijo Santiago:
–Maestro, hace tres días, al pasar por el mesón que cuando Tú vas entramos, y cuando vamos solos nos llaman y siempre tenemos prisa, me llamó uno y quedé en contestarle, si Tú veías bien que allí me parara. ¿Dime qué debo hacer si hoy también me llama?
–Mis Palabras son para el que las busca olvidándose de todo, para el que está pecando y para el que pecó aunque ya no haga vida de pecado. Si el que te llamó, hoy te llama, puede que mañana vaya enseñando, como vosotros, de lo que Yo diga. En cambio, el que todo lo hace bien para el hombre, no os llamará, si no cree quién soy Yo. Éstos, pasaréis por su lado y os darán la espalda. Antes de hablar, piensa a lo que Yo he bajado del Cielo. He dejado mi Reino, y mi Crucifixión quitará a muchos del pecado.
–Hoy, cuando pases, ya te estará esperando. Lo que no hacen muchos que no han pecado. Éste puede ser uno de los que Me siguen, que fueron pecadores y hoy Yo les mando.
Y siguió diciendo:
–Llévale mis Palabras, que hoy también te está esperando.
Desperté, oí:
Este hombre esperaba en el mesón
algo del Maestro o de sus Discípulos,
que él viera o le dijeran.
Tenía grande confianza
en que su Perdón,
borrar su vida pudiera.
Envidiaba a los que hablaban del Maestro
como si Dios no lo fuera.
Cuando alguno le contaba:
“Yo Le oí esto al Maestro”,
le entraban grandes ganas
de buscarlo y contarle
toda su vida pasada.
Pero cuando Lo veía,
se escondía
y a los Discípulos buscaba.
Esto le hizo a Santiago
que con él no se parara.
Estaba bien enseñado,
y le hacía falta esta enseñanza.
Por mucho que sepa el hombre,
que aprenda a pensar:
¡Yo para Dios no sé nada!
***
Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C3
Para entrar en el Reino de Dios hay que hacerse niños: saber que no sabemos nada,corregirse y dejarse guiar por el Maestro.
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