En Sueño Profético hablaban del talento, de la cultura y de la Sabiduría Divina. Decían:
Cultura puedes adquirirla con libros que estén hechos por otro hombre. Y talento puede tener uno que no conozca la cultura. El del talento, si se propone, puede tener cultura. Pero el de la cultura, si no es humilde y no ama, éste nunca tendrá talento.
Pero la Sabiduría Divina, ésta no hay libro que la enseñe. Esta Sabiduría es la que sirve para hacer los libros; bastón que coge el hombre para comparar si Dios habla hoy o no puede hablar nada más que ayer.
Esta es cultura del hombre: estudio que hace de lo que hay ya hecho con buena o mala interpretación, para aplicársela al que dice “Dios me habla”. La cultura del hombre debía de servirle para querer saber de Aquí y hacer libros, para que estos libros movieran al hombre a que mucho amara a Dios.
Desperté, oí:
Cuando mucho ame el hombre a Dios, el hombre será culto.
Será culto en Saber Divino y en saber material.
Esto es hombre preparado para enseñar al espíritu, de la Eternidad, y para que enseñe a que la materia se comporte.
Esto sí es hombre culto.
Hombre que enseña del espíritu, y como complemento enseña a la materia.
La materia culta sin la Enseñanza del espíritu, es cofre vacío.
Llena primero el cofre, y por último lo cierras.
Si lo cierras sin llenar, vacío te lo encontrarás.
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Cómo que la cultura sin Dios no es cultura por eso es muy importante tener amor y enseñar como primera asignatura esta enseñanza.
ResponderEliminarLa cultura debe acercarnos a Dios, pero la Sabiduría Divina no necesita la cultura.Ana es la prueba de ello.
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