En Sueño Profético decían:
“Hay mucho escrito de cómo hay que ser para que Dios te elija”.
Dijo uno:
Yo diría que el Amor a Dios, es como el amor del niño a una madre, amor que busca el niño porque en este amor está su vida, y su vida depende de este amor. Ama mucho, y Dios te elegirá. El que mucho ama, conoce a Dios antes que Dios diga: “Yo soy Dios”.
El niño conoce a la madre por muchas madres que hubiera, la razón es el amor que esta madre da al niño, y el niño se entrega haciendo este amor conozca a la madre.
Pues si Dios te da mucho más Amor, entrégate a Dios como niño, y conocerás cuando las Palabras sean de Dios.
Si conoces cómo Ama este Dios, ¿por qué te extraña cómo actúa?
¿Qué importancia le ve el hombre a que Dios se manifieste a uno: Poder Aquí visto tan chico, con el Poder que tiene este Dios, si en todo lo movido ahí en la Tierra, lo pensado y lo oculto, Dios está presente?
Dios está Aquí en su Gloria, y todo lo que hay en la Tierra, por insignificante que sea, está a la vista de Dios, todo está en Dios y Dios está “con” todos, pero no “en” todos. No está en todos, por la vanidad del hombre y por el pecado. Aquí falta Amor. Si hubiera Amor, no había vanidad ni pecado.
Si el hombre pensara lo que es Dios, vería todo fácil.
Decir que es difícil que Dios hable y extrañarse, es como si de un académico dudaras de que supiera las vocales y lo pusieras de inteligentísimo. Pues mucho más asombro da, el hablar del Poder de Dios y extrañarse que hable en cualquiera que dé resonancia a su Voz.
Desperté, oí:
Ama como el niño
que la madre lo amamanta,
y este Amor te hará
que conozcas a tu Dios.
Es tu Dios si tú lo quieres,
porque Él no te dirá
que Lo quieras si no quieres,
aunque es Rey de Eternidad.
No hay quien piense lo que es Dios
y dude que pueda hablar.
Si lo duda ya no piensa
que no se mueve jamás
la pluma de un triste ave,
aunque haya un huracán.
Todo es Voluntad Divina,
Voluntad que no es mandar.
Voluntad, que si mandara,
el mundo no estaba ya,
que tan sólo quedaría
este Mundo Espiritual.
Mundo de Paz y de Gloria,
“pa” el que mucho quiso amar.
Que el que ama se retira
de aquél que pecando está.
***
Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 97-98-99
Amar a Dios como el niño ama a su madre es abandonarse a Él, Confiar y Contemplarlo con la admiración de quien se siente protegido.
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