En Sueño Profético decían:
Dios da Poder al espíritu y hace que participe la materia de este Poder invisible para los ojos del cuerpo. Es invisible hasta para el mismo Elegido, hasta que Dios manda que este Poder sea visto y comprendido. Que el comprender es también un don Divino. Y este don Divino no tiene veda para el que diga:
“Señor, yo quiero comprender tus Palabras, y si no las comprendiera, haz que haga tu Mando, contento”.
“Señor, no dejes que me aparten de Ti espíritus con cuerpo o sin cuerpo. Que estos espíritus no son de tu Reino ni van a tu Reino.”
Si esta petición a Dios todos la hicieran, todos comprenderían el Lenguaje de Dios.
Desperté, oí:
La Huella de Dios,
Dios la hace más fuerte en visibilidad.
Para que la materia
tenga fuerza y coja Mando.
Que esta fuerza la pide
el Amor a Dios
y la entrega al Mando.
Esta Huella Divina,
Dios siempre la tiene en flotación.
Con ojos cerrados y abiertos,
siempre está viendo Poder de Dios.
Su presencia ya presenta camino
para amar más a Dios.
O para dejar camino
que lleva a condenación.
También puede hacer prodigios
con Mando que le da Dios.
En este Poder y esta Fuerza,
el que quiere ya ve a Dios.
Hazle a Dios la petición
que en la Gloria ya dijeron:
“Señor, no dejes que me aparten de Ti
espíritus con cuerpo o sin cuerpo”.
“Yo te pido a Ti la Luz
para poder conocerlos”.
***
Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Capitulo 2
A quien quiera entender, Dios le dará Luz; a quien no quiera caer en tentación, le dará Fortaleza, y acompaña al Elegido con la Huella visible de su Poder, que son los Humos Divinos.
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